Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Para
comprender la victoria electoral del MAS en Santa Cruz, necesariamente debemos
analizar las posiciones y relaciones políticas e ideológicas de las fuerzas
políticas en disputa desde una perspectiva histórica para poner de manifiesto
los cambios, transformaciones, crecimientos y deslizamientos en la línea
ideológica.
El periodo del año 1990 hasta el año 2008 (año del
empate catastrófico) lo podemos caracterizar como un periodo de polarización antagónica entre bloques
históricos de poder de tipo pluri – institucional, de tendencia centrífuga.
Los dos bloques históricos de poder, corporativos, antagónicos y polarizados -
el bloque progresista contra hegemónico indiano originario campesino, obrero,
popular, vecinal y el bloque conservador, restaurador, cívico regional –
ocupaban los ejes nítidos de izquierdas y de derechas de la línea ideológica,
dejando las posiciones del centro político ideológico vacantes en este momento.
Las dinámicas, las relaciones y las disputas políticas en este periodo son de
tendencia centrífuga, ya que rebasan la institucionalidad, formalidad y el
ordenamiento normativo de la configuración política gubernamental y estatal de
la época para desbordarse en repertorios de acción política colectiva desde
escenarios para- políticos o desde la calle.
Luego del
empate catastrófico y punto de bifurcación de los años 2008 y 2009, el periodo del 2009 al año 2014 lo
podemos caracterizar como la
finalización de la etapa de lucha inter hegemónica, la estabilización o
normalización del campo político boliviano, la transición pos neoliberal y la
polarización política atenuada entre el bloque político del MAS y de las
derechas.
Ahora
bien, el anterior ejercicio de caracterización ideológica 1990 – 2008 / 2009 –
2014 nos sirve de contexto para puntualizar cómo el MAS paulatinamente ha ido deslizándose en la línea
ideológica, no solo para abarcar y ocupar las izquierdas y la posición del
centro, sino también cruzar estratégicamente hacia el espectro del centro -
derecha, empujando o descentrando a las fuerzas políticas de oposición
moderadas hacia posiciones políticas cada vez más conservadoras. En otras
palabras, en estas elecciones nacionales del año 2014, el MAS no solo ha
determinado el universo político, programático y discursivo en el país, sino que
también ha ampliado su presencia ideológica del espectro de las izquierdas
hacia el centro e inclusive hasta el centro – derecha, obligando a las
oposiciones a replegarse a la derecha
de la derecha y despojarse de posiciones políticas “travestidas”, para asumir sus
verdaderas posiciones, intenciones, perspectivas y representación de clase,
regional y sectorial.
El que el
MAS haya abarcado el centro ideológico no sólo le ha vuelto apetecible con las
clases medias, sino que ha generado una polarización política atenuada entre el
bloque político del MAS con las otras fuerzas políticas de oposición, ya que el
MAS prácticamente ha monopolizado el universo programático y discursivo,
quedando tácticamente a las oposiciones solo presentar matices de la economía política
vigente de economía plural, invisibilizándose con el electorado. O, por otro
lado, sugerir el retorno al modelo neoliberal de manera expresa que en el caso
del candidato de la Unidad Demócrata, Samuel Doria Medina, le costó varios
puntos en las encuestas y días valiosos de campaña para recuperarse de dicho
planteamiento.
El amague
de polarización mayor fue con el candidato del Partido Demócrata Cristiano –Don
Tuto Quiroga– quien (re)apareció reagrupando a la derecha más conservadora y
recalcitrante del país combinando neo liberalismo económico, nacionalismo
político con conservadurismo social y religioso. Por lo anterior, Tuto Quiroga
capturó la expresión más reaccionaria de las derechas nacionales, quienes no
tranzan ni pactan con el MAS aunque estén en juego sus intereses económicos, ya
que estando a la derecha de la derecha, representan el percentil neo
oligárquico de la política nacional.
Las demás
expresiones partidarias finalmente quedaron atrapadas (a manera de sándwich)
entre estas dos lógicas, manteniendo la Unidad Democrática un tercio (1/3) de
la representación de la oposición en la Asamblea Legislativa Plurinacional para
posicionar un espacio de lobby y de negociación de agendas políticas
legislativas cercanas a los intereses particulares, sectoriales, privados,
regionales. En el caso del Partido Verde de Bolivia y la candidatura de
Fernando Vargas, una presencia testimonial importante como base para continuar
trabajando y construyendo oposición política a futuro. (Siempre y cuando no
mute, cambie o desaparezca la sigla política para las siguientes elecciones…)
El caso más emblemático de esta elección nacional fue el del Movimiento Sin
Miedo y la candidatura de Juan del Granado, que por la irradiación del MAS
hacia el centro e inclusive hacia el centro derechas, este se quedó desencajado
o desinsertado de la línea ideológica –prácticamente se cayó del espectro
político ideológico– ya que se quedó sin posición, propuesta y dirección
política, quedándole como único argumento electoral recurrir a la nostalgia del
pasado de la lucha contra la dictadura y la restauración de la democracia.
La
expansión y ocupación de la línea ideológica en el contexto de la derrota
política del bloque de poder cruceño
Ahora,
esta expansión y ocupación del universo político ideológico, discursivo de las
posiciones de izquierdas – centro y centro derechas se da en el caso de Santa
Cruz luego del contexto de la derrota
política o derrota a nivel de
superestructuras del bloque de poder cruceño, una vez superado el empate
catastrófico del año 2008 y por resuelto el punto de bifurcación.
Recapitulando
la historia reciente, dicho empate catastrófico se resolvió a través de una
serie de hechos electorales –el
Referéndum Revocatorio de agosto de 2008 y el Referéndum de refrendamiento
de la nueva Constitución Política del Estado en enero de 2009 – hechos de fuerza –la toma de
instituciones de septiembre de 2008, la masacre en Porvenir, Pando en el mismo
mes de septiembre de 2008 y el caso de terrorismo contra el Estado de Eduardo
Ròzsa Flores en abril de 2009–, además de una serie de hechos políticos institucionales – la cumbre política en
Cochabamba en octubre de 2008 en la que las instituciones públicas
“cruceñizadas” o tomadas en el golpe cívico prefectural, fueron devueltas al
Estado Plurinacional y luego cuando el Congreso Nacional devino en
Constituyente para cerrar el ciclo de la Asamblea Constituyente y acelerar la
promulgación de la nueva Constitución Política del Estado en enero del 2009.
Estos
hechos electorales, hechos de fuerza y hechos políticos institucionales
descritos anteriormente finalizaron la etapa de polarización antagónica entre
bloques históricos de poder y darían por concluido lo que el Dr. Juan Carlos
Urenda llama la etapa de “ingeniería
constitucional impecable” o la ruta crítica legal, institucional /
constitucional del Bloque Cívico Regional. A partir de la toma de instituciones
en septiembre de 2008 y culminando con el caso de terrorismo contra el Estado
de Rósza Flores en abril de 2009, se consolida la derrota política o de
superestructuras de las derechas cruceñas, postrando a las elites políticas
cruceñas a una de las más graves y profundas crisis orgánicas de hegemonía o de
agenciamiento de poder de su historia.
Dicha
derrota política se ve acentuada por una serie de clivajes económicos como ser el ciclo de las nacionalizaciones
y la recuperación de la soberanía de los recursos naturales desde el año 2006
hasta el presente, el reposicionamiento del Estado como institución en su
capacidad de regulación, control y fiscalización, además del Estado como
principal eje dinamizador de la economía nacional a través de la economía
plural. Si bien estos hechos articulan una economía política posneoliberal en
el país, potenciando otros sujetos económicos micro, pequeños y medianos del
campo y de la ciudad, también potencian el aparato económico productivo
cruceño, pero bajo el condicionante o requisito de que la clase dominante o
empresarial en Santa Cruz “haga
negocios y no política”. Es decir, separa fácticamente (pero no
orgánicamente) a la elite política dirigencial cruceña de la clase dominante
empresarial o económicamente productiva.
En los
hechos, los empresarios y gremios empresariales quienes se han acercado al
Gobierno Nacional declaran que “están
haciendo más plata que nunca” …Por su lado, la dirigencia política del
MAS en Santa Cruz es cautelosa al aclarar que lo que existe con el empresariado
cruceño es un “pacto” y no una
“alianza”, sosteniendo que el pacto es coyuntural, sobre intereses
comunes de mutuo acuerdo, en la necesidad de construir aparato económico
productivo nacional, sin incorporar a dichos empresarios ni al Gobierno, ni a
estructuras de poder político, manteniendo a éstos en el campo económico. Por otro
lado, sostienen que la alianza
hace referencia a la relación con los movimientos sociales que son
constitutivos del instrumento político y por consiguiente del Gobierno, hacen
parte de los esquemas de poder políticas y al proceso de toma de decisiones, por
lo que las relaciones con las organizaciones y fuerzas sociales son
estructurales y de largo plazo.
La
irradiación territorial de hegemonía a largo plazo frente a la irradiación
territorial electoral en el presente
Al
respecto, el Vicepresidente Álvaro García Linera recientemente postulaba la
tesis de la irradiación territorial de
hegemonía, como fundamento de la expansión del MAS hacia Santa Cruz:
“En las sociedades modernas el liderazgo de los
revolucionarios tiene que sustentarse en la victoria ideológica, política y
cultural sobre tu adversario…
¿Qué hicimos nosotros? Nos hemos enfrentado al
adversario, lo derrotamos ideológicamente, políticamente, electoral y
militarmente, pero sigue ahí como objeto, como parte de la oposición de una
vida democrática. Si lo dejas ahí, tarde o temprano se (re) agrupará y se
enfrentará.
Entonces, ¿qué es una construcción duradera de
hegemonía??
Agarra a tu adversario, derrótalo, desorganízalo e
incorpóralo… no como estructura, sino como individuo.
No entran como cuerpo, ni como colectivo… entran como
individuos, no ocupan cargos ni tienen jerarquía… entran como ciudadanos de a
pie.” [Entrevista en El Deber,
6/10/2014]
Pero una
de cal y otra de arena… si bien líneas arriba hemos descrito los hechos que
dieron paso a la derrota política (a nivel de superestructuras) del bloque de
poder cruceño, por su lado, el oficialismo de Gobierno ha realizado una serie
de concesiones o estrategias ideológicas, políticas y discursivas para
irradiarse territorialmente hacia Santa Cruz. En los medios locales cruceños se
hablaba de un “viraje político”
y de un “entronque público –
privado”, declarando el candidato a primer senador del MAS por Santa Cruz, el
ex ministro Carlos Romero, “no
subordinación, sino convergencia de visiones”.
Entre las
concesiones o estrategias realizadas por el oficialismo de Gobierno se pueden
mencionar el abandono de sus posiciones maximalistas, radicales y las posturas
ultra estatistas, el cuarto intermedio en la transformación radical de / en la
estructura o sistema de tenencia de la tierra (en tiempos y alcances), la
transformación en la percepción de la clase dominante cruceña (de “oligarcas” a
“empresarios”), la compatibilidad entre el modelo económico social comunitario
productivo (Economía Plural) y el Modelo Productivo Cruceño, el giro en el eje
geopolítico del país para convertir a Santa Cruz en el nuevo eje o pilar del
proceso de cambio.
Indudablemente
la conquista electoral del oriente de la mano de sus clases medias no solo se
debe a los factores expuestos, sino también
a la maquinaria de obras y políticas públicas del Gobierno que llega a
lo largo y ancho del país, articulando una gestión territorial de desempeño
gubernamental gracias a la construcción de un fuerte aparato productivo
dinamizado desde el Estado Plurinacional. Si bien los beneficios son económicos
y materiales, el ciudadano y/o la sociedad civil cruceña ha ido reconociendo
paulatinamente que la creciente inversión pública y las políticas sociales
impulsadas desde la Constitución y el Gobierno, solo son posibles gracias a una
decisión política del Gobierno
de Evo Morales que fue la de ir contracorriente el sistema de creencias y el
sentido común de la fase neoliberal para fracturar el orden dominante y
recuperar los recursos naturales y sectores estratégicos de la economía
nacional. El buen momento económico que disfruta Bolivia en la última década no
solo se debe a la (positiva) fluctuación de los precios de los minerales,
metales, hidrocarburos y demás materias primas en el mercado internacional,
como fundamentaban los analistas económicos (neo)liberales en los medios de
opinión pública.
Pero ojo…
a pesar de que el 49,01% del electorado cruceño haya votado por la candidatura
del Presidente Evo Morales y Vicepresidente Álvaro García Linera, la
continuidad de la gestión gubernamental y –por supuesto– por el mantenimiento
del modelo de economía plural, el 49,01% es
victoria electoral, pero no es
militancia ideológica, política, étnica, social, cultural, civilizatoria e
histórica con el proceso de cambio ni con el MAS.
Permítanme
discernir dos elementos que creo que son centrales para el devenir del proceso
de cambio en el país y la región: efectivamente por las razones argumentadas el
MAS ha reproducido base electoral y ha crecido hacia el oriente, por ende se ha
irradiado territorialmente y electoralmente hacia Santa Cruz y Pando,
posibilitando al MAS manejar 8 de los 9 departamentos de Bolivia, a pesar de
contar con 3,18% menos de apoyo
electoral nacional que en el año 2009.
Sin
embargo, a pesar del crecimiento electoral y la obtención de la primera mayoría
en Santa Cruz y Pando, la sociedad civil cruceña no necesariamente milita en el proceso de cambio ni con el MAS y
–por otro lado– la clase dominante
cruceña sigue reproduciendo su base material de poder, a pesar de que el bloque
de poder cruceño está inmerso en una crisis orgánica de hegemonía.
Frente a
lo anterior, puntualizamos que la estrategia electoral territorializada del MAS
en estas elecciones nacionales 2014 ha permitido la expansión de la base
territorial del MAS hacia Santa Cruz y Pando, quedando Beni como el último
bastión de resistencia territorializada de la oposición de derechas. Pero aún
queda reflexionar sobre lo siguiente…
¿estaremos en una situación de cohabitación territorial y administración
estratégica compartida (vía concesiones recíprocas) de hegemonía en Santa Cruz?
Esta situación marca de manera definitiva los escenarios políticos de
las elecciones departamentales y municipales del año 2015, ya que el futuro
candidato a Gobernador o Alcalde no es
el Presidente Morales y las correlaciones de fuerzas territoriales se vuelven
más simétricas.
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