Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
El país que creemos/creamos
Por: Verónica Rocha
El año 2006, cuando Evo Morales llegó
al Gobierno, una de las primeras medidas que tomó el Ejecutivo fue la de
esbozar los lineamientos estratégicos del Plan Nacional de Desarrollo “Bolivia
Digna, Soberana, Productiva y Democrática, para Vivir Bien” (PND); estos
lineamientos tomaron forma de agenda de políticas públicas durante el segundo
semestre del 2007 y si bien la primera gestión de Gobierno tenía un mandato
claro -relacionado con el proceso constituyente- entonces toda la burocracia
estatal central tomó como horizonte este plan para avanzar en lo que refiere a
la gestión pública, al menos durante el periodo 2006-2010.
Lo que le seguiría sería el proceso
histórico constituyente, en medio de una pugna política sobre la visión de
país, y deliberaciones estructurales sobre cuál sería el “sur” del país en las
siguientes décadas. El 2009, el horizonte parecía claro y tenía bastante
coherencia con el PND, pues el mismo había sido elaborado con varios de los
principios que los movimientos sociales del MAS propugnaban y habían aportado
para la visión de país.
No me consta que la construcción del
PND haya sido participativa, pero sí sabemos que fueron varios meses de trabajo
y consulta los que lograron reunir las aspiraciones de varios sectores y
actores/as sobre el horizonte de resultados que esperábamos de la gestión
pública del Gobierno. El 2009, Asamblea Constituyente de por medio, decidimos
apostar por una Bolivia democrática, plurinacional, comunitaria, intercultural
y con autonomías.
El año 2011, en el que los
lineamientos discursivos y el relato de país estaban más claros, sólidos y
legitimados que nunca, fue un año en que pesaron más los conflictos que los
logros de gestión (al menos en lo simbólico/mediático) y empezaban a escucharse
las voces críticas señalando que el Gobierno no tenía objetivos de gestión
definidos y no existía una agenda de políticas públicas, esta vez, con el claro
objetivo de implementar/consolidar el Estado Plurinacional, establecido en la Constitución.
Este último 22 de enero el presidente
Morales ha presentado al país la Agenda Patriótica 2025, materializada en los “13
pilares de la Bolivia
Digna y Soberana” (que se basa y recupera algunos puntos del
Manifiesto de la Isla
del Sol). Y si bien, se tratan de 13 puntos que dan cuenta de un fuerte enfoque
productivo e industrial que es necesario valorar, es importante también
resaltar la ausencia de varios puntos que hacen al relato de país, de Estado
Plurinacional.
Me refiero puntualmente a la
construcción/consolidación de la democracia intercultural que se constituye
como uno de los ejes que posibilita la plurinacionalidad y la
interculturalidad, preservando y reinventando un sistema político que es
apuesta de todos/as.
En segundo lugar, se extraña la
presencia de un pilar que refiera a la construcción de un Estado autonómico,
recordando que las Autonomías Indígena Originario Campesinas son también
condición y resultado de la implementación de un Estado Plurinacional.
Y en tercer y urgente lugar, también
se extraña la presencia de un pilar que apunte y proponga una reforma de la
estructura judicial del país, que tenga como objetivo ofrecerle al país, por
vez primera, un sistema judicial que garantice lo justo a las personas
jurídicas y naturales en este país.
Garantizar un proceso participativo y
democrático para la construcción/ajuste de estos pilares, así como deliberar en
torno a ésta y otras propuestas para la Agenda Patriótica
es tarea del Gobierno, no sólo porque hacerlo garantiza un alto grado de
coherencia entre los planes anteriores y la Constitución con esta
nueva agenda; sino porque se trata de una agenda, precisamente, patriótica y,
como tal, no se constituye como un plan de Gobierno, mucho menos de partido,
sino como un horizonte posible de construcción de políticas públicas estatales.
Haciéndola entre todos/as podremos
creer, y sólo así será posible crear.
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