Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por:
Pablo Stefanoni
¿Atentado o accidente?
Obviamente, en Paraguay la política no se hace con buenos modales y hay
tradición suficiente para considerar que un atentado contra el ex general
golpista Lino Oviedo es perfectamente posible. De hecho, muchos de sus
allegados dicen que la caída de su helicóptero el pasado 3 de febrero
-aniversario del derrocamiento del dictador Alfredo Stroessner- fue producto de
un sabotaje. Antecedentes a la vista: el vicepresidente José María Argaña fue
abatido a tiros en plena calle de Asunción en 1999.
Uno de los acusados como
autores intelectuales del magnicidio fue precisamente el general Oviedo, quien
estuvo preso por intentos golpistas, luego protegido por Carlos Menem en
Argentina y más tarde absuelto. Proveniente del Partido Colorado -que funcionó
como partido único durante casi cuatro décadas- y con ideología fascistoide,
Oviedo estuvo cerca del sillón presidencial, pero para las elecciones del 21 de
abril próximo no superaba el 10% de los votos. Oviedo fue también quien detuvo
a Stroessner en el 89, cuando, según sus amigos, hizo temblar al generalísimo
al amenazarlo con una granada y encañonarlo con su arma.
Los comicios de abril se
realizan a la sombra del golpe institucional que derrocó a Fernando Lugo el año
pasado y dejó en el poder al vicepresidente liberal Federico Franco, que se
había transformado en uno de sus principales opositores. A partir de allí
Paraguay fue suspendido del Mercosur y su Gobierno no es reconocido por casi
ningún país del mundo. Por eso las próximas elecciones tendrán un valor
adicional: reinsertar al país mediterráneo en la comunidad de naciones. Pero
esta reinserción no será sencilla: las encuestas anticipan un retorno del
Partido Colorado, el partido que hizo de Paraguay uno de los países más
corruptos del mundo. Y dentro de ese ex partido-Estado, Horacio Cartes ya
amarró su candidatura. Se trata de un empresario que hizo una carrera política
meteórica y que, según Wikileaks, fue investigado por la DEA por lavado de
dinero.
Así lo contaba el cable
difundido por la organización de Julián Assange -desde hace meses asilado en la
embajada ecuatoriana en Londres sin chances de salida-: “La operación Corazón
de Piedra es una investigación transnacional coordinada concentrada en la
interrupción y el desmantelamiento de una importante empresa de tráfico de
drogas y lavado de dinero que opera dentro del área de la Triple Frontera (TBA)
de Argentina, Brasil y Paraguay, y en otras partes alrededor del mundo. Esta
investigación ha establecido lazos desde y entre tráfico de drogas, lavado de
dinero y otras organizaciones criminales y, como tal, ha sido aprobada como una
investigación de Objetivo Organizacional Prioritario Consolidado (CPOT)
designada durante abril de 2009 (...) Empleando un acercamiento estratégico
para apuntar a los centros internacionales de control y comando de estas
organizaciones criminales basadas en la Triple Frontera, los agentes se concentraron
en las actividades investigativas en un esfuerzo por llevar a cabo esta
investigación de cara a presentar a la DEA UC al designado del CPOT, Horacio
Cartes”. A eso se refería el presidente uruguayo José Mujica cuando dijo que el
golpe parlamentario contra Lugo fue organizado por los narco-colorados.
Pudo haber sido un atentado
pero, también y quizás más probable, Oviedo puede haberse accidentado. En todo
caso, su muerte -que Franco promete investigar- altera un paisaje político ya
bastante crispado. La democracia paraguaya, después de la frustrada
administración reformista de Fernando Lugo, está lejos de consolidarse.
Entretanto, el acaparamiento de tierras, la violencia contra los campesinos,
las gigantescas injusticias sociales y la megacorrupción siguen dibujando el
estado del Estado paraguayo. Y el futuro cercano no parece muy promisorio.
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