Ir al contenido principal

El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás

Transparencia II: Ama ch’inya

Hay quienes enmudecen por conveniencia, por miedo, pánico o para no perder la pega.

Por Xavier Albó

Cerré mi anterior columna sobre Ama llunk’u aclarando que no debe confundirse llunk’u con ser leal, fiel, mantener disciplina partidaria o la obediencia debida. Y me preguntaba si los “levanta manos” de los congresos serán lo primero o lo segundo.
La línea divisoria entre leal y llunk’u es comparable a la que Lucho Espinal encontraba entre prudente y cobarde. Y esto me lleva a proponer un quinto criterio ético de la transparencia, que aún no he visto plasmado en una fórmula corta. Lo llamaré ama ch’in o, mejor, ama ch’inya: “no callar”. Ch’in significa en quechua “silencio” y también “silencioso”. Pero hay dos clases de silencio. La primera es la de ese bellísimo e inspirador silencio de un amplio espacio abierto como el altiplano y las grandes montañas, donde día a día tantos comunarios se llenan de energía, el salar de Uyuni, un lago apacible bajo una noche estrellada; o también el silencio de la humilde y sobria celda de un monje o de una sobrecogedora catedral vacía: ch’in pacha… Ese silencio, denso y clamoroso, ayuda a encontrarse consigo mismo, con el Cosmos, con el Dios Padre Madre, o como cada persona y cultura llame a lo que dé el sentido más profundo a su existencia. A veces se le junta una suave brisa, el canto de algún pájaro, la quena del pastorcito, o la melodía religiosa de la catedral...quizás la del Noche de paz (stille nacht “noche de silencio”, en el original austríaco). Naturalmente no es este ch’in al que me refiero.
Expreso la segunda clase de silencio con la fórmula Ama ch’inya, entendida como “no enmudecer cuando hay algo importante que decir”; es la versión quechua telegráfica de frases más gramaticalizadas ama ch’inyakuychu (no te calles) o, en aymara, jan amukt’amti. Enfocándonos en nuestro tema inicial de la transparencia, me refiero al silencio cómplice del que sabiendo no avisa de algo grave: sin mentir formalmente, ya miente al ocultar parte de su verdad, pues la distorsiona. Se hace encubridor. Echa tierra sobre evidencias que sabe. En este sentido, el ama ch’inya complementa el ama llulla.
Es cierto que tampoco se tiene que propagar sin ton ni son a los cuatro vientos todo lo que uno sabe si ello perjudica las investigaciones o corre el riesgo de interpretaciones tergiversadas. Hay que mantener prudencia y ponderación; pero, como reiteraba Espinal, sin disfrazar tampoco de prudencia ni a la cobardía ni al encubrimiento. Hay quienes enmudecen por conveniencia, por miedo, pánico o para no perder la pega. Altas autoridades eclesiásticas han aprendido esta lección en casos después divulgados de pederastia; y en este tema hay que dar crédito al papa Benedicto XVI por su mayor transparencia. Finalmente, está la modalidad ama ch’inyachinachu: “no hay que acallar a otros”. Esta es la forma más grave. Puede ser haciendo desaparecer evidencias; o tapándoles la boca con plata, prebendas, amenazas; o incluso matando a quien “sabe demasiado”...
El refrán clásico dice: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. En nuestro tema, sería más preciso decir: “Dime quién te paga y te diré qué no dices”, sobre todo si se trata de medios de comunicación.
¿Calza algo de todo lo anterior también a gobernantes y funcionarios actuales, incluidas quizás algunas autoridades responsables de las instancias oficiales de transparencia?

Comentarios

Entradas populares de este blog

La despatriarcalización

Por: Julieta Paredes Al igual que el Seguro Universal de Salud (SUS), la despatriarcalización, como nombre para una política pública, tardó mucho, pero llegó. Entonces, en este marzo de luchas de las obreras, es necesario analizar, ¿qué es lo que realmente llegó? Fruto de una serie de movilizaciones de mujeres pertenecientes a las organizaciones sociales del proceso de cambio, se lograron algunas medidas en el Ejecutivo. Fueron movilizaciones que se realizaron a lo largo del año pasado, con encuentros departamentales. Así fue que se logró concretar un listado de demandas que más o menos se repitieron a lo largo de estos años, con algunas interesantes novedades. Entre ellas podemos señalar la exigencia del salario al trabajo doméstico y la necesidad de un espacio en el Gobierno para este sector. Algo así como un Ministerio de las Mujeres, instancia que tenga la jerarquía necesaria para efectuar las tareas que corresponden a la mitad de la población de Bolivia que somos las mu

Idiosincrasia e ideología

Por: Félix Tarqui Triguero No son posibles las revoluciones económicas sin las revoluciones culturales porque todos aquellos contenidos que constituyen el fundamento de determinada cosmovisión propia de cada nacionalidad o sociedad pueden ayudar o frenar su avance por ser una manera de pensar de cada agrupación humana, en funcion a su historia y cultura. Así nace la idiosincrasia propia de cada pueblo, sin embargo, se enfrenta a la idiosincrasia forzada o alienante que influye día a día a las grandes masas de la población mundial de manera globalizante, en ese contexto necesitamos ver que Bolivia es un país de molde capitalista y sub desarrollado (empobrecido por la clase dominante que gobernó desde 1825 exceptuando a Antonio José de Sucre, Andrés de Santa C. hasta el 2005), La ideología como el estudio de las ideas es también un proceso de construcción critica, influenciado tan pronto el individuo se encuentra inmerso en las realidades sociales, económicas, culturales

Pedro Ignacio Muiba, el héroe

Por: Homero Carvalho Oliva En 1975, mi padre, Antonio Carvalho Urey, terminó una investigación iniciada en la década de los sesenta que habría de cambiar la historia nacional. Después de muchas visitas al Archivo Nacional de Bolivia, dirigido en ese entonces por Gunnar Mendoza, extraordinario intelectual e historiador, quien le ayudó a ubicar los folios que habrían de probar toda una hazaña que da testimonio que los indígenas moxeños participaron activamente en la Guerra de la Independencia de nuestro país, al mando del cacique Pedro Ignacio Muiba. Esta investigación se publicó, primero en septiembre de 1975, en un policopiado financiado por la Universidad Técnica del Beni, en un pequeño tiraje de 200 ejemplares y luego en la famosa Biblioteca del Sesquicentenario de Bolivia. Dos años más tarde, en 1977, Antonio publicó el libro titulándolo Pedro Ignacio Muiba, el Héroe y de esa manera se reparó una injusticia histórica. En sus investigaciones, Antonio se basó, entre otros, en