Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Con el título de Malí, deber de proteger, La Razón (19.01.2013)
tuvo la generosidad de ceder al argelino-francés Bernard-Henri Lévy una página
entera para que exponga cinco buenas razones para la intervención de Francia en
Malí. Éstas son: ) Para frenar la instauración de un Estado terrorista en el
corazón de África y a las puertas de Europa. 2) Desbaratar el objetivo bélico
de Ansar Dine (grupo religioso islámico). 3) Confirmar ese deber de protección
que ya estableciera la intervención en Libia. 4) Reafirmar la antigua teoría de
la guerra justa que también resucitó con la guerra de Libia. 5) Volver a poner
de manifiesto el eminente papel de Francia, de nuevo en la primera línea de la
lucha por la democracia. Juzgue el lector la (in)sensatez de estos argumentos.
Una vez más, las
potencias occidentales atacan a un país en vías de desarrollo buscando
asegurarse el acceso a sus recursos, pero era imposible de creer que sea
Francia que lo haga, con un gobierno socialista y sufriendo una severa crisis
económica. ¿Qué recursos son codiciados por las potencias? Oro (Malí es el
tercer productor de oro de África), uranio (que vende a Francia), diamantes,
piedras preciosas, mineral de hierro, bauxita y manganeso, cobre, plomo, zinc,
litio. También, le interesa a Occidente abrir por Malí una ruta para la
exportación de hidrocarburos del Sub-Sahara hacia el mercado europeo, a través
de Argelia. Por otra parte, la
Autoridad para la Investigación Petrolera
ha confirmado la riqueza petrolera del norte de Malí.
Esto explicaría por qué
esta región desértica y presuntamente pobre sea objeto de tantos apetitos, pues
los conflictos con el mundo árabe y musulmán se tienen como común denominador
el proyecto occidental de controlar las fuentes de energía, sobre todo el
petróleo. Los franceses dicen que tienen como objetivo garantizar que Malí sea
seguro, que tenga autoridades legítimas, un proceso electoral y que no haya más
terroristas amenazando su territorio.
Pero, ¿por qué Francia
se arroga el papel de ser padre de la democracia de un país africano que se
encuentra a mucha distancia de París? Según el ministro de Asuntos Exteriores
de Francia, Laurent Fabius, es porque Malí fue una colonia francesa, los
habitantes hablan francés, tienen parientes en Europa y porque finalmente Malí
se encuentra sólo a tres horas de avión de París. Si esas fueran razones para
invadir a otro país, el mundo en desarrollo debería temblar de miedo de
posibles invasiones de España, Portugal, Bélgica, Inglaterra y nuevas
incursiones francesas.
Alejada de los
escenarios de conflicto, América Latina se pregunta, ¿el Occidente ha lanzado
una nueva Guerra Santa contra el mundo islámico?, ¿éste se defiende agrediendo
a los otros?, ¿o agrede a Occidente para llevarlo a sus creencias y matar a los
impíos? Empero, en el siglo XXI nadie hace la guerra por sus creencias
religiosas, pero éstas pueden constituirse en un factor para consolidar
identidades y nacionalidades, que son importantes en la estrategia de
preservación de los recursos naturales contra las invasiones extranjeras y para
el desarrollo de sus pueblos.
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