Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Fernando Arenas Silvetty (*)
Dentro de los importantes cambios
que ocurren en nuestra economía están los inherentes a los procesos
productivos, que impulsan el aparato económico del Estado, caracterizándose por
su forma de producción expresada en el desarrollo de sus fuerzas productivas y
relaciones de producción desde un enfoque social-comunitario, propugnando una
alternativa de resistencia la economía neoliberal.
Si bien una gran parte ya está en
marcha con la activación de nuevas empresas instituidas en algunos casos por
las asociaciones de productores, economías indígenas, cooperativistas y otras,
también se constituyen como estratégicas aquellas que fueron impulsadas por el
emprendimiento estatal incidiendo a corto, mediano y largo plazo como
determinante del desarrollo productivo de la economía boliviana.
El
mercado interno en el contexto de la economía plural debe reflejar un objetivo
de carácter inclusivo y participativo hacia todos los actores productivos
dentro de este nuevo modelo de desarrollo, no con un objetivo específico de una
mayor obtención de ganancia, sino orientarse a una dinamización del impulso
hacia los sectores productivos, enfocada también en una paulatina y equilibrada
sustitución de importaciones, específicamente y durante una primera etapa a los
bienes de consumo final, especialmente reflejados en aquellos producidos para
la satisfacción de las necesidades primarias, donde la sustitución de
importaciones debe partir por un dominio local de reproducción de la fuerza de
trabajo, empezando por los estudios de un desarrollo agrícola que abastezca el
mercado interno, continuando luego con los demás sectores productivos a fin de
desarrollar la fuerza de trabajo. Empero no debemos olvidarnos que el
desarrollo del mercado interno no es solamente sustitución de importaciones,
sino que busca un equilibrio entre la importación necesaria versus la
importación insustituible.
Estamos
hablando de las estrategias de desarrollo autocentrado, que potencien el
mercado interno rompiendo en primera instancia esa clásica y limitante posición
CEPALINA, dicha estrategia busca desconectarse del proceso de acumulación mundial
con una concepción basada en el estudio del modo de producción característico
del Estado Plurinacional. Ello a partir de la producción de bienes de capital y
la producción de bienes de consumo de masas en primera instancia.
Desde el
enfoque del comercio, no debemos olvidar que es este mismo quien permite que la
producción se vuelva mercancía, a través de materias primas y auxiliares,
abriendo ramas basadas en el comercio, donde el enfoque estará dirigido al
mejoramiento de vida del trabajador, es decir, un incremento de la
productividad a partir del desarrollo de las capacidades productivas a mediano
plazo de los trabajadores, con lo que queda eliminado ese enfoque
tradicionalista de considerarnos de manera eterna como la periferia o la
colonia de los grandes países capitalistas.
Ahora más que nunca a nivel internacional se pone
en vigencia la determinación capitalista de la división internacional del
trabajo, que determina una secuela de dominio colonial a partir de la
concentración de la industria, polarizando la acumulación de los excedentes,
producto de la industrialización y el
predominio de su gran industria en los
países en vías de desarrollo y aquellos países emergentes.
La teoría del desarrollo “desde adentro“ sufre la
gran variante de aplicar nuevas metas en el comercio exterior a partir de
pensar en un activismo que promueva las relaciones con los países aledaños y
del bloque propio TCP-ALBA, CAN, ALADI, MERCOSUR, ello a fin de fortalecer el
relacionamiento con estos países emergentes en la economía y sustitutos de los
ya tradicionales consumistas mundiales. El planteamiento de una ruptura del
dependentismo pasa inicialmente por una revolución agraria en conjunto con
todas las organizaciones y participantes del proceso productivo, estableciendo
un control de la apertura incluso de importación de tecnologías, que
contribuirán al progreso formando bloques de integración y cooperación
orientados hacia la protección del mercado interno.
Todo este estudio debe realizarse en función al
acentuamiento de la crisis mundial, que surge como una consecuencia histórica
de la ley del desarrollo preferente de los medios de producción y la
concentración de capitales. Los elementos centrales de lucha de resistencia al
capitalismo en América Latina se expresan en el reforzamiento de nuestros
bloques comerciales, de donde a fin de cuentas podemos rescatar un nivel
posibilidades de aprovechar y de manera reciproca lo referente a las ventajas
competitivas.
Los elementos determinantes del análisis del
mercado interno deben estudiar la matriz insumo producto desde un enfoque de
evolución histórica y haciendo énfasis también en los efectos que se tuvieron
en los últimos seis años, producto de las políticas del Estado como la
nacionalización, las inversiones públicas, la instauración de bonos y otros.
También se debe efectuar un análisis de la redistribución del excedente en el
mercado interno. No debemos olvidarnos que este es el momento de acelerar el
desarrollo del mercado interno expresado en las cifras de crecimiento de
nuestra economía para el 2012(la cual está por encima del 5%)
Otro elemento básico para la protección del mercado
interno reside también en el análisis de su consumo interno, ampliando con ello
el impulso productivo, mismo que debe ser prioritario para las economías
indígenas en el caso de la alimentación y asociaciones de productores directos
para el caso de las manufacturas. Para ello debemos asegurar el abastecimiento
interno, el cual está relacionado también con la teoría del precio justo, a
partir de expresar un constante y amplio control de los precios y la dotación
de estos insumos para todos los rubros.
(*) El
autor es economista
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