Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Tito Villacreses
Pincay
Los pasos previos a la imposición del
neoliberalismo y el plan cóndor
La principal potencia capitalista del mundo los
Estados Unidos de Norteamérica, en las décadas de los 60-70, instrumentalizó
diferentes mecanismos para consolidar sus intereses en la región y por ende los
del sistema capitalista; para ello, la imposición del neoliberalismo era una
prioridad, por lo que se obligó a nuestros países a abandonar el modelo del
estado protector o benefactor.
El neoliberalismo se impuso en base al terror y la
represión e institucionalizó el terrorismo de Estado, y estuvo acompañado de
tecnócratas civiles, "niños de bien", provenientes de las clases
altas de nuestros países; los mismos que tuvieron su origen en la gran potencia
del Norte que fomentó a finales de la década de los ´60 y principios de la del
´70, y a iniciativa del ultra neoliberal Prof. Milton Friedman, la capacitación
de estudiantes y economistas latinoamericanos. Por esos años llegaron a los
Estados Unidos cientos de jóvenes estudiantes y profesionales economistas de
todo el Cono Sur y del resto del tercer mundo a fin de realizar una nueva
capacitación. Años después regresarían a sus respectivos países doctorados de
las universidades de Harvard y Chicago. Estos economistas serían conocidos
como: “los Chicago-boys”; fieles impulsores y defensores del sistema capitalista
y del modelo neoliberal, formados en la escuela ultra-neoliberal de Milton
Fried, fueron y son aún, altos ejecutivos internacionales, de saco y corbata
made "in usa", cuyo acción provocó -y aún continúa- provocando tanto
o más daño que la acción de los dictadores militares.
Concentración de la riqueza, empobrecimiento y
represión
El neoliberalismo polarizó nuestras sociedades al
promover y fortalecer el poder y la concentración de mayor riqueza de los
grupos oligárquicos y sus socios las empresas transnacionales y al mismo
tiempo, una capa minoritaria de nuevos ricos, mientras por otro lado, crecían y
aumentaban legiones de pobres y miserables, marginados, desocupados y
excluidos, y de "nuevos pobres" provenientes de sectores de las capas
medias. Se trataba de un “proyecto de clase que se planteó a finales de la
década de 1960 y comenzó a cristalizar realmente a mediados de la década de
1970 estaba mucho más centalizado, en la medida en que el poder se había
desplazado significativamente a favor del sector financiero. Este último se
convirtió en cierto modo en el agente principal”[1].
Recordemos que, “a mediados de los setenta la
crisis política generalizada en la región, emblematizada por la violenta
liquidación de la “vía chilena al socialismo” liderada por Salvador Allende y
la Unidad Popular, del experimento radical democrático de Juan José Torres y la
Asamblea Popular en Bolivia, el termidor sufrido por la revolución peruana con
el desplazamiento de Velasco Alvarado, y el sangriento desenlace del retorno
del peronismo en la Argentina precipitó un nuevo cambio en el paradigma
dominante. En este caso se trató mucho menos de una derrota en el plano de las ideas
que de las consecuencias del período más ferozmente represivo conocido por la
América Latina contemporánea,”[2]
Es que, el neoliberalismo como modelo económico,
excluyente, recesivo, empobrecedor y privatizador, requirió para imponerse, de
regímenes dictatoriales, totalitarios y autoritarios. Por ello, Neoliberalismo
en Latinoamérica surge con regímenes dictatoriales, derechistas, fascistas,
caso particular de Chile y Argentina, en donde feroces dictaduras fascistas que
estuvieron vinculadas a gobiernos conservadores internacionalmente; la primera
con el gobierno de Richard Nixon que promovió el golpe militar en Chile, y
ambas posteriormente con los gobiernos de Ronald Reagan, (EE.UU); Margaret
Tachert, (Gran Bretaña); y, Hemunt Kohl (Alemania).
Previo a la instauración de estas represivas y
autoritarias dictaduras en casi toda América Latina, se prepararon técnica,
militar e ideológicamente a altos oficiales pertenecientes a las diferentes
fuerzas armadas del continente. Con la instalación de gobiernos de factos, se
institucionalizó la represión en el Continente. Decenas de miles de detenidos,
muertos, desaparecidos. Septiembre 11 de 1973, Chile, era derrocado mediante un
golpe militar sangriento el gobierno de la “Unidad Popular” presidido por
el Dr. Salvador Allende. El 24 de marzo de 1976, Argentina, el golpe militar
que instauró la Junta Militar de los generales Rafael Videla, Viola, Galtieri y
el Gral. Bignone),
Plan Cóndor: internacional del crimen y terrorismo
de Estado
En ambos países, y otros del Cono Sur, se inicia un
periodo de represión cruel, en donde la persecución
ideológica, la tortura, el asesinato o la desaparición de miles y miles de
dirigentes medios y de base, era pan de cada día. 30,000 desaparecidos, en el
caso de Argentina, estuvieron al orden el día. En estas condiciones, las
dictaduras, con el apoyo norteamericano implementan lo que se
conoció como el "Plan Cóndor", que no era sino la coordinación
represiva de las dictaduras del Cono Sur en los años 70 y 80, contra las
organizaciones y dirigentes de la vanguardia de izquierda y el movimiento
popular a los que se pretendió exterminar, y al mismo tiempo, para impedir el
ascenso de esta corriente al poder. Políticas represivas que no respetaban
ni los vientres fecundados de miles de mujeres, ni la dulce inocencia de miles
de niños a los que arbitrariamente se les cambió la identidad sea cuando fueron
secuestrados o que nacieron en cautiverio durante el régimen militar. La
anulación de las libertades democráticas, la violación horrorosa y sistemática
de los Derechos Humanos junto a una apertura incondicional al capital
extranjero y un enorme crecimiento de la Deuda Externa caracterizaron a estos
gobiernos de factos que sembraron de terror los suelos patrios de Bolívar, San
Martín, Sucre, Artigas y el Che.
Esta represión se extendió también a periodistas
con posiciones crítica a estos regímenes autoritarios, contra académicos,
escritores, maestros, gente del arte y la cultura, gremios de profesionales,
catedráticos universitarios, dirigentes barriales, jóvenes, mujeres, en fin
contra todos aquellos que sin ser de izquierda, sin embargo, no se sometían ni
se resignaban, ver sus patrias pisoteadas, ensangrentadas, y recolonizadas por
una ideología extraña a nuestra realidad y marcadamente pro imperialista.
Todo un sistema de represión y violencia estatal
nunca antes vivida por su sistematicidad y crueldad, dirigido por dictaduras
militares fascistas para imponer e instaurar el fundamentalismo económico
neoliberal. Un abominable engendro contrahecho, mezcla de doctrinas imperiales
e intereses oligárquicos, fue impuesto a la fuerza y vino de afuera, pues: "La
oligarquía en el poder necesita de estados, no sólo fuertes, sino también
temidos, a los cuales utilizar como herramienta para sus fines".[3]
Se vivía el auge de la llamada "Guerra
fría" y de la política de "seguridad hemisférica" implementada
por los Estados Unidos; en aquellos tiempos, el enemigo, - en la visión Norteamérica
y la de sus lacayos criollos -no solo era externo, era sobre todo
"interno"- no era el "terrorismo",[4] era
la "subversión comunista", promovida según ellos, a nivel mundial por
la ex URSS y en la región por Cuba.
La Escuela de la(s) América(s) y la “seguridad
nacional”
Pero para su imposición el gran capital necesitaba
de Estados fuertes, altamente represivos y autoritarios. Con estos fines se
procedió, por un lado, a adiestrar ideológica, técnica y militarmente, a altos
oficiales pertenecientes a las diferentes fuerzas armadas del continente.
Ahí surgen: los Generales Stroessner, en Paraguay;
Augusto Pinochet, en Chile; Seineldin, en Uruguay; Anastasio Somoza, en
Nicaragua; Jorge Rafael Videla, Alfredo Astíz o Fortunato Galtieri, en
Argentina; altos oficiales militares que juntos a otros, pasaron y se formaron
en la llamada “Escuela de las Américas”,que Estados Unidos creó en la Zona del
Canal de Panamá y otros distritos militares localizados al sur del territorio
Norteamericano. Todos estos militares formados bajo la doctrina de la
"seguridad nacional" y de la "lucha contra la subversión comunista"
una vez instalados como gobernantes de facto, sembraron de dolor y sangre estas
hermanas Repúblicas. Fueron cientos de miles de vida liquidadas por las feroces
dictaduras militares ascendidas a los gobiernos por cruentos golpes de estados
militares. Los primeros en ser exterminada fue la franja dirigencial de la
clase obrera, después la dirigencia y militancia de izquierda, luego fueron
cayendo estudiantes, profesores, periodistas, abogados, intelectuales: todo el
pensamiento crítico y alternativo fue decapitado. Tanto la oficialidad y altos
mandos uniformados en su momento, como estos civiles, ejecutivos de cuello y
corbata han causado un daño irreparable a las condiciones de vida de millones
de seres humanos en nuestra región al imponer las políticas neoliberales, con la
diferencia que los civiles de Harvard y los Chicago-boys siguen enquistado en
importantes puestos de algunos gobiernos “democráticos” actuales.
¿Neoliberalismo: una alternativa para los pueblos?
Los neoliberales pretendieron constituirse en una
alternativa frente al agotamiento del keynesianismo y el posterior colapso del
socialismo real. Ante el agotamiento del más perdurable ciclo de expansión
económica luego de la II Guerra mundial el neoliberalismo pretendió ocupar ese
espacio. Pero, su propuesta, de ninguna manera constituyó, ni es una
alternativa para un mundo justo, solidario y con niveles de desarrollo y
justicia equitativa. Fue y es todo lo contrario. Pues los neoliberales optaron
por el camino de la desregulación del mercado, el debilitamiento y
desmantelamiento a los Estados nacionales al poner en el centro de la sociedad
al mercado, eje regulador de todos los ámbitos de la vida, dejándo en manos
privadas áreas sensibles y de gran trascendencia que eran obligaciones
estratégicas de los gobiernos, privilegió el desarrollo económico por sobre
cualquier costo social o ambiental, el desempleo masivo, el autoritarismo y la
represión contra quienes resistían a su políticas, la redistribución de la
renta a favor de las élites económicas.
Este conjunto de políticas se repetirían casi
inalterablemente en todos los países de Latinoamérica, y Chile fue el punto de
inicio de estas políticas que cual virus penetró en todos los países de América
Latina cuyos gobiernos las adoptaron desde la segunda mitad de la década de
1980 y durante toda la década siguiente. En este contexto de represión salvaje
cayeron incluso mandatarios democráticos como Jaime Roldas Aguilera, en
Ecuador; y Omar Torrijos, en Panamá; no alineados con la política imperial de
entonces, muertes catalogadas como crímenes políticos, cuyos pueblos y
familiares aún claman justicia contra los verdaderos autores intelectuales y
materiales.
¡Ni perdón ni olvido!
Las Fuerzas Armadas, las elites económicas, los
medios de comunicación mercantilizados y el alto clero, son el poder real, lo
que ha determinado que los gobiernos emanados de procesos democráticos
electorales cohabiten con una fuerte herencia de estas dictaduras
sangrientas; en el caso del ex dictador Augusto Pinochet -ya fallecido- lo hizo
un senador vitalicio, solo la protesta y movilización popular,
estudiantil y obrera ha permitido ir paulatinamente ir desmantelando y
desarticulando los fueros militares y castigando sus crímenes como ha sucedido
últimamente en Argentina, para lo cual, incluso, ha jugado y seguirá jugando un
papel importante la justicia internacional.
Guayaquil,
26/06/2013
- Tito Villacreses Pincay es
Asesor Jurídico de la Federación de Comunas de la Provincia de Santa Elena
[1] El
neoliberalismo como “proyecto de clase” Boulet Elasa, Entrevista con
David Harvey, abril de 2013
[2] El mito del
desarrollo capitalista nacional en la nueva coyuntura política de América
Latina", Boron Atilio A. versión electrónica, pág., 3
[3] Barata Gómez Jorge, Profesor
universitario, investigador y periodista cubano. Artículo distribuido por
ALTERCOM.
[4] En la actualidad
después de los ataques a la torres gemelas de Nueva York, el Congreso de los
EE.UU. aprobó la denominada “Patriot Act”, verdadero núcleo duro de la
legislación de excepción restrictiva de los derechos humanos . Se proclama
entonces la “Guerra contra el terrorismo” , que no sino actualización y
elevación a categoría de pseudo derecho internacional de lo que fueron los
principios básicos de la denomina “Doctrina de la guerra contrainsurgente” o
“Doctrina de la seguridad nacional” que regó de dictaduras y víctimas inocentes
América Latina, Indochina y el norte de África,
http://alainet.org
Síguenos en Facebook https://www.facebook.com/escuelanacionaldeformacionpolitica
Rellene el siguiente formulario para suscribirse.
Comentarios
Publicar un comentario
Escriba sus comentarios