Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Encuentro Nacional
de Dirigentes y Exdirigentes de la C.O.B.
Pueblo de Bolivia, con nuestra lucha hemos hecho pedazos
las últimas cadenas y cerrojos con los que el colonialismo y el imperialismo
opresor y explotador nos aprisionaban.
Los bolivianos vivimos una democracia directa y
participativa, la mediación de los partidos es mínima ante la acción de las
masas movilizadas. Esta situación ha dado como resultado la participación
popular en todos los órganos del Estado con la presencia de ponchos, ojotas,
polleras, overoles, y guardatojos; el pueblo se va incorporando a la gestión pública,
no dejamos de señalar que tienen luces y sombras; sin embargo, el
empoderamiento real y el aprendizaje, después de 500 años de sometimiento es
duro, pero alcanzable.
El país da pasos trascendentales en la diversificación de
la cadena productiva como la industrialización de los hidrocarburos; el litio y
la energía eléctrica se muestran como fuente de recursos en un futuro próximo;
la economía es estable y tiene índices de crecimiento positivo: estabilidad
monetaria, reservas internacionales, inflación baja y controlable, reducción de
la extrema pobreza, disminución de la brecha entre pobres y ricos, mejoras
salariales y vigencia del sistema universal y gratuito de salud. Los bonos
sociales tienden a superar la desigualdad y la discriminación.
Sin embargo, todo este esfuerzo está basado en los
ingresos de la nacionalización de los hidrocarburos que no superan en 30% de
nuestras exportaciones. El otro 70%, compuesto fundamentalmente por la minería
y la agroindustria, no acompañan este esfuerzo, al contrario, se benefician de
la política de incentivo a la producción, mientras las divisas que generan salen
del país sin retorno.
Los bolivianos nunca nos hemos resignado a vivir como el colonialismo
y el imperialismo nos lo impusieron. La libertad y la dignidad que ahora
tenemos en nuestras manos la hemos forjado nosotros mismos. La lucha no fue fácil
ni corta, es que desde la superficie del suelo que pisamos, hasta las cálidas
entrañas de nuestra patria están colmadas de abundantes riquezas que han
transformado el planeta. Primero la plata revolucionó la sociedad feudal para
convertirla en capitalista; después, fue el estaño que se convirtió de uno de
los minerales estratégicos y básicos para la revolución industrial y la
transformación del capitalismo en imperialismo. Ahora el capital transnacional
se frota las manos y se desespera por hacerse dueño de minerales complejos, los
hidrocarburos, el agua y la biodiversidad que están contenidos en las montañas,
los valles y la selva. Somos poseedores de las tierras raras que están revolucionando
la industria contemporánea como son las comunicaciones, la ingeniería cibernética
y la informática y nuestra patria tiene campos fértiles donde la actividad
pecuaria y agrícola, se produce sin la intervención de los artificios genéticos.
Sin embargo, el camino hasta aquí recorrido está en medio
de los cañones del enemigo apuntándonos por los cuatro costados. Las libertades
y la democracia participativa que rigen hoy en Bolivia son utilizadas por
nuestros enemigos para opinar y criticar llegando a la insolencia de conspirar,
amparados por las libertades y la democracia logradas por el pueblo.
Las conspiraciones mantienen el control de casi todas las
actividades económicas y aún tienen la grosería de llamarle dictadura a todas
esas oportunidades que nuestra democracia participativa y directa les ha dado. Lo
que ellos no dicen es que quieren imponer una democracia liberal como la que
fue derrotada en octubre de 2003, diferente a nuestra democracia participativa
y directa. Ellos quieren que la democracia retroceda a los tiempos en que solo
determinados niveles de cierta clase controlaban los órganos del Estado.
Por eso la necesidad imperiosa de desarrollar y
profundizar lo que hasta hoy tenemos avanzado. Esa debe ser la tarea principal
del pueblo.
Ha llegado la hora de llamar a las cosas por su nombre
conscientemente en su profundización. Lo realizado hasta hoy no es suficiente. Queremos
que la distribución de la riqueza proviene de la actividad económica beneficie
a todo el pueblo y supere el déficit que aún vemos en las calles.
Para ello, proponemos las siguientes medidas
imprescindibles:
Crear e impulsar espacios y mecanismos de participación orgánica
de las masas en el ejercicio del poder. No se trata de la participación de
dirigentes en tales o cuales puestos, ni tampoco debe limitarse al
representante que es lo mismo que dirigente. Se trata de ampliar la participación
de la masa en las estructuras y espacios de todas las empresas públicas y las entidades
donde el Estado tenga participación. Es hora de que los trabajadores asuman las
responsabilidades de este tipo de cambio. Debe terminar el rol de delegar y
observar. El pueblo debe ejercer el poder.
También es necesario el control real de la economía nacional,
principalmente de aquella que tiene relación con la explotación de recursos
naturales como los minerales, hidrocarburos, agua y biodiversidad, de las
cuales dependen otras actividades económicas del país. No es suficiente medir
cuánto se exporta, es necesario también medir cuánto se queda en Bolivia y cómo
contribuye en las otras actividades establecidas en la Ley como la fundición y
la industrialización.
La realidad dice que vivimos un proceso de cambio que
depende de nosotros. Así como la rebeldía estalló en cada lucha, hoy exige la
misma entereza e integridad, la misma determinación y honestidad, para enfrentar
la soberbia de los que fueron tiranos y hablan de una presunta dictadura y de
un supuesto apetito “prorroguista“.
A esos les decimos: el Estado colonial, oligárquico y
dependiente de los dictados de las transnacionales ha sido desplazado por las
luchas centenarias del pueblo que ha logrado imponer una forma del ejercicio
del poder nuevo, participativo y directo; un Proceso de Cambio, una revolución
que se apoya en nuestra cultura milenaria, engendrada en la entraña de la
historia de nuestro pueblo, nacido como resultado natural de las luchas de
hombres y mujeres.
El Proceso de Cambio es el retoño de ese árbol gigantesco
y fornido al que regaron con su sangre nuestros héroes: los mit’anis de la
colonia que sublevaron a los pueblos donde nacieron Tomás, Nicolás y Dámaso
Katari, de nuestro eterno guía Túpac Katari y de nuestro caudillo Zarate Willk’a,
de Juana la guerrillera y los héroes de las republiquetas, de los muertos en
las masacres de los campamentos mineros y las comunidades de los estudiantes y
religiosos creyentes de Cristo. Ellos son los que forjaron el Proceso de Cambio.
Por ello sostenemos con pleno convencimiento que el
enfrentamiento no es entre dos formas de ser gobierno, ni por supuestos
impedimentos constitucionales de ser candidatos. ¡No, mil veces no!. Es la
contienda de dos pociones de construir Bolivia, entre el proceso de cambio en
marcha y el proyecto colonial, privatizador y oligárquico que aún no ha muerto
y tiene la esperanza que con la respiración artificial de otra forma de dominación
imperialista (el de Trump) concreten exitosamente la conspiración.
Las fuerzas retrógradas tienen la esperanza de que, si no
logran desacreditar el acto electoral, puedan tener algún Lenin Moreno
infiltrado. Por eso, desatan el rumor, la mentira y la calumnia. A la derecha
no podemos pedirle razonamientos objetivos porque está expresando deseos antes
que conclusiones del análisis objetivo de lo que sucede.
Bolivianos, el encuentro nacional de dirigentes y exdirigentes
a los viejitos sentados en la puerta de sus casas, somos combatientes, y
nuestro deber de revolucionarios es transmitir la memoria histórica a la nueva
generación de trabajadores y trabajadoras.
El afianzamiento de las fuerzas sociales que constituyen
la base política del proceso posibilitará la adopción de medidas
revolucionarias con contenido democrático, popular, antiimperialista y anti
oligárquico. Ante los avances y la agresividad de la derecha y el fascismo en el
plano internacional, corresponde fortalecer la alianza de trabajadores del
campo y la ciudad que se constituya, junto a las fuerzas populares de izquierda
en un bloque que enfrente al enemigo de clase y del Proceso Revolucionario de
Cambio.
No obstante, al respaldo irrenunciable al Proceso de Cambio,
se debe seguir luchando, en base a la independencia de clase, por conseguir
mejores condiciones de vida de los trabajadores y de la población en general,
por lo cual no renunciamos ni nos desviamos de las tesis ideológicas políticas
aprobadas en los congresos de los trabajadores.
Compañeros, con la experiencia de los viejos combatientes
y la fuerza de la juventud avanzaremos y garantizaremos el futuro de la patria
donde impere la igualdad, la solidaridad, el trabajo y la honestidad para todos
los bolivianos.
La Paz, 15 de marzo de 2019
Viva la
Central Obrera Boliviana
Viva el Proceso
de Cambio
Vica Bolivia
libre soberana y digna
Viva el futuro
de Bolivia Socialista
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