Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por Carlos Aznárez
Querían que fuera un
golpe para derrocar al gobierno legítimo de Nicolás Maduro y terminaron en una
pequeña asonada. Otra vez han fracasado ya que no tienen pueblo ni tampoco
logran el objetivo de máxima que se proponen: el quiebre de las Fuerzas Armadas
Nacional Bolivarianas. De todos modos, ya es hora de que se asuma la guerra declarada
por el imperio con toda la fuerza que da el estado de derecho y se ponga entre
rejas al títere de Trump Juan Guaidó. Sin dudas, su facilidad de moverse
libremente, de poder anunciar hace varios días este falso “operativo Libertad”
provoca estos intentos frustrados pero peligrosos. Ver las fotos y vídeos de
Guaidó con el fascista Leopoldo López (condenado a 14 años de prisión) posando
como “mariscales” de un golpe que no fue, enerva a quien las mire, pero más aún
a ese heroico pueblo que está pidiendo desde hace rato que a los enemigos de la
Revolución no hay que cederles “ni un tantito así”, como diría e Che de los
yanquis que asediaban a Cuba.
Las consecuencias
inmediatas de esta patética asonada, en que a los “levantados en armas” se los
corrió en las cercanías de la Base de La Carlota con gases lacrimógenos, es
nuevamente festejar que el heroico y consciente pueblo de Venezuela salió a la
calle y rodea el Palacio Miraflores. Como ocurriera aquel 13 de abril de 2002,
son los hombres y mujeres agradecidos por todo lo que significa la Revolución
para ellos y ellas, los que junto a los militares patriotas están dispuestos a
poner el cuerpo pera defender la Revolución hasta las últimas consecuencias.
Párrafo aparte, es la
conjura internacional pro yanqui, que todos a una, empezaron a emitir
comunicados de adhesión, encabezados por el derechista presidente de Colombia
Iván Duque y por el tenebroso secretario de la OEA, Luis Almagro. Ellos y no
otros son los que pugnan por ponerse a la cabeza del apoyo de la asonada y
detrás de sus llamamientos, se pusieron en fila el canciller argentino, y todos
los secuaces del Cartel de Lima. Ni qué hablar del gobierno español (ese al que
algunos siguen considerando de “izquierda”), que mantiene esa postura ambigua
de declararse en contra del golpe pero seguir apoyando a Guaidó y llamar a
convocar a “elecciones libres”. O sea, más de lo mismo entre los aliados de
Trump. Pero como bien señalara la economista Pascualina Curcio en una
entrevista que le hizo quien esto escribe: “Trump y sus secuaces no entienden
lo que significa la resistencia del pueblo bolivariano”. Es así nomás, nunca
podrán comprender por qué, a pesar de una brutal guerra económica y de una
campaña mediática criminal en contra del presidente Maduro, el pueblo cada vez
más se empodera en su lealtad a quienes son fieles al legado de Hugo Chávez.
Frente a lo que hoy
está ocurriendo en Venezuela, es fundamental redoblar la solidaridad
internacional con Nicolás Maduro y el bravo pueblo, dar la batalla mediática para
contraponer a la desinformación que motorizan los enemigos de la paz y la
libertad, rodear de apoyo en cada uno de nuestros países a los representantes
legítimos de la Revolución, imitar el ejemplo de Bolivia y Cuba, que apenas
producida la intentona no dudaron en ponerse a la cabeza de nuestros pueblos
del continente para respaldar a la Revolución.
Son horas decisivas
para demostrar que en la Patria Grande somos muchos y muchas que estamos hartos
de los manejos y la ofensiva derechista imperialista, y en ese sentido
declararnos bolivarianos es señal de resistencia, rebeldía y dignidad.
Todos y todas con
Maduro.
Castigo a los
culpables de la asonada que ya, felizmente, ha fracasado.
Fuera el imperialismo
yanqui de nuestros países!.
y Twitter: @escuelanfp
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