Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por:
Serge Halimi
Orgulloso como Artabán,
sonriente, rodeado de unos cincuenta fotógrafos y cámaras, Jim Acosta efectuó,
el pasado 16 de noviembre, su regreso a la Casa Blanca a bombo y platillo. Unos
días antes había perdido su acreditación de corresponsal de Cable News Network
(CNN), pero la Justicia estadounidense obligó al presidente Donald Trump a
anular la sanción. “Era una prueba y la hemos superado –fanfarroneaba Acosta–.
Los periodistas deben saber que en este país, la libertad de prensa es sagrada
y que les ampara la Constitución [para] investigar sobre lo que hacen nuestros
gobernantes y nuestros dirigentes”. Desvanecimiento de la imagen, música, happy
end…
Julian Assange, refugiado desde
hace seis años en la embajada de Ecuador en Londres, probablemente no haya
podido seguir en directo en CNN este desenlace tan emotivo. Su existencia se
asemeja a la de un prisionero. Prohibición de salir, so pena de ser arrestado
por las autoridades británicas y, seguramente, extraditado a continuación a
Estados Unidos; comunicación reducida y humillaciones de todo tipo desde que,
para complacer a Washington, el presidente ecuatoriano Lenín Moreno decidiera
endurecer las condiciones de estancia de su “huésped” (véase "El regreso
del neoliberalismo a Ecuador").
La actual detención de Assange,
así como la amenaza de algunas décadas de prisión en un centro penitenciario
estadounidense (en 2010, Trump expresó su deseo de que sea ejecutado), se deben
al sitio web de información que dirige. WikiLeaks se encuentra en el origen de
las principales revelaciones que han incomodado a los poderosos de este mundo
desde hace unos diez años: imágenes de crímenes de guerra estadounidenses en
Afganistán y en Irak, espionaje industrial de Estados Unidos, cuentas secretas
en las islas Caimán, etc. La divulgación de un cable diplomático secreto del
Departamento de Estado estadounidense en el que se calificaba la dictadura del
presidente tunecino Zine el Abidin Ben Alí de “régimen que sufre de esclerosis”
y de “cuasi mafia” hizo que esta cleptocracia amiga de Washington se
tambaleara. También desde WikiLeaks se reveló que dos dirigentes socialistas
franceses, François Hollande y Pierre Moscovici, acudieron a la embajada de
Estados Unidos en París, el 8 de junio de 2006, para lamentarse de que el
presidente Jacques Chirac se opusiera con tanta firmeza a la invasión de Irak.
El ensañamiento de las
autoridades estadounidenses con Assange se ve alentado por la cobardía de los
periodistas que lo abandonan a su suerte, incluso que se deleitan con su
infortunio
Sin embargo, lo que menos le
perdona la “izquierda” a Assange es la publicación, en su sitio web, de los
correos “hackeados” de la campaña de Hillary Clinton. Al considerar que este
caso favoreció los propósitos rusos y la elección de Trump, olvida que
WikiLeaks desveló primero las maniobras de la candidata demócrata para sabotear
la campaña de Bernie Sanders durante las primarias de su partido. Por aquel
entonces, los medios de comunicación de todo el mundo no se privaron de
transmitir esta información, como lo hicieron en casos anteriores, sin que por
ello se equiparara a sus directores de publicación con espías extranjeros ni se
les amenazara con acabar en prisión.
El ensañamiento de las
autoridades estadounidenses con Assange se ve alentado por la cobardía de los
periodistas que lo abandonan a su suerte, incluso que se deleitan con su
infortunio. Así, en la cadena MSNBC, el presentador estrella Christopher
Matthews, excacique del Partido Demócrata, se atrevió a sugerir que los
servicios secretos estadounidenses deberían “actuar al estilo israelí y
secuestrar a Assange”...
Director de Le Monde
diplomatique.
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