Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Saúl Cuéllar
Cada
21 de marzo se celebra el Día Internacional de los Bosques, con el objetivo de
concientizar sobre su vital importancia para las personas y el planeta. La
Asamblea General de las Naciones Unidas decidió conmemorar esta fecha a través
de una resolución aprobada en 2012, cuya celebración se inició al año
siguiente. El 21 de marzo coincide con el inicio de la estación otoñal en el
hemisferio sur y la primaveral en el hemisferio norte.
Los
bosques representan una fuente directa de alimentos, medicinas y combustible
para más de 1.000 millones de personas en el mundo, incluyendo a más de 2.000
pueblos indígenas. Cubren un tercio de la superficie terrestre. Albergan el 80%
de las especies de plantas y animales terrestres del planeta. Además, ayudan a
mitigar los efectos del cambio climático, protegen los suelos y el agua, y
proporcionan numerosos productos y servicios que contribuyen al desarrollo
socioeconómico de los países. Sin embargo, a pesar de su importancia la pérdida
de las áreas forestales se ha incrementado en los últimos años. La expansión de
la agricultura, la ganadería, la tala de árboles y la minería impulsan su
destrucción cada año a escala mundial.
En
Bolivia, en los últimos siete años se han perdido en promedio 276.000 hectáreas
de bosques cada año por causa de la deforestación. Como consecuencia de esta
destrucción, paisajes naturales, caracterizados por llanuras inmensas de
bosques y ecosistemas muy ricos en biodiversidad, se están transformando en
llanuras desiertas, con baja capacidad de producción agrícola. Esto debido a
que la vocación de los suelos en la mayoría de las áreas deforestadas es
forestal (dependen del bosque para mantener su productividad y fertilidad).
A
esto se suman los efectos del cambio climático, que están afectando de manera
creciente al sector productivo con las sequías. Y es que la destrucción de los
bosques está alterando el comportamiento de las lluvias, y está generando un
desbalance en la recarga de agua en los suelos. Además, la necesidad de agua
para producir alimentos se va a agudizar con el incremento en la pérdida de las
áreas forestales.
La
fuerte perturbación de los bosques en Bolivia pone en evidencia la necesidad
urgente de mejorar el manejo forestal. Su buen manejo y aprovechamiento puede
generar ganancias muy atractivas para el país. Por otro lado, la urgencia de
desarrollar mecanismos que aumenten la producción agrícola y mejoren la
seguridad alimentaria sin reducir la superficie boscosa sigue siendo uno de los
mayores desafíos del país.
Gerente
de proyectos de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN).
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