Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
La relación del ingreso de los sectores
laborales es uno de los principales elementos para la economía de una nación.
Por lo que las políticas salariales, se convierten en un eje central en el
debate económico.
En Bolivia, el salario mínimo nacional ha
tenido un ascenso importante durante la gestión de Evo Morales debido a que la
política salarial, es concebida como una base importante del bienestar
colectivo, especialmente de la clase obrera asalariada.
Para el 2018, el incremento salarial
alcanzó los 2060 Bs. lo que significa un incremento del 2.575%a desde el año
1990 a 2018. Desde el punto de vista de los trabajadores, la política salarial
ha sido muy beneficiosa, sin embargo, los voceros del sector privado han
criticado permanente esta política argumentando que en la empresa privada ha
sido afectada negativamente en su competitividad, hecho que fue desestimado por
la autoridad del Servicio Nacional de Impuestos que evidenció la continuidad en
el incremento de las ganancias del sector privado.
Lo que está en juego en el conflicto sobre
los salarios, es claramente el excedente obtenido en la producción por la
empresa y el presente artículo, explicaremos por qué el sector privado siempre
se opone al salario, analizaremos de dónde surge ese excedente y qué es en
realidad lo que se está disputando desde un punto de vista de la economía del
valor y cómo repercute esto en la economía nacional.
En la “ciencia económica” o lo que se
conoce generalmente como economía neoclásica, cada quién en la sociedad recibe
lo que se merece que en palabras elegantes le llaman retribución de los
factores, supuestamente el empresario recibe sus beneficios, el dueño de la
tierra recibe su renta y el trabajador recibe un salario por su esfuerzo.
La supuesta libertad que tienen todos los
individuos de participar en el mercado ya sea vendiendo o comprando, en
realidad está condicionada por el valor que posee. A las personas que no poseen
nada no les queda más que vender su fuerza de trabajo, por lo que la supuesta
libertad en el capitalismo no es más que la máscara con la que se disfraza la
desigualdad y la explotación. Esto también lo sabían reconocidos economistas
pero solo lo admitían de una manera ambigua, por ejemplo Keynes decía, la
economía no se preocupa por satisfacer las necesidades en términos generales
sino por la “demanda efectiva”, lo que significa que la demanda no son las
necesidades de todos sino solamente de aquellos que podían pagar por lo que
necesitan, en esta perspectiva, las necesidades de los que no pueden pagar, no
interesan1 y por eso tantas personas mueran de hambre sin poder satisfacer una
necesidad tan básica; con mayor cinismo, Friedman el profesor de los chicago
boys, sostenía que en el mercado un voto era un dólar2, es decir, la “libertad
de elegir” en el mercado es, contradictoriamente, un monopolio de aquellos que
poseen muchos más votos, imagínense las grandes corporaciones.
Probablemente amparándose en estas bases
teóricas o probablemente repitiendo lugares comunes elementales, los
economistas bolivianos insisten en que el incremento salarial genera pérdidas
para las empresas. Pero no es por antonomasia que un incremento salarial es
negativo, por ejemplo, empíricamente podemos constatar que también se expresa
en la mejora de las condiciones de vida y/o en una mayor formación de los
trabajadores, hechos que seguramente, más bien incrementan el rendimiento del
trabajador y, por lo tanto, su productividad. Pero, ¿por qué la testarudez con
la que desean evitar cada año los incrementos?
Porque el salario está en relación inversa
con la ganancia que recibe el empresario, no solamente desde el punto de vista
contable sino, sobretodo, porque la ganancia es una parte del valor producido
por el trabajador que no se le retribuye, esta es la teoría de la plusvalía3,
que por cierto, no es invento de Marx ya que Adam Smith la planteó de una
manera más general: como una porción del salario no retribuido al trabajador4,
al igual que muchos otros economistas de la época.
Por eso, el incremento que el trabajador
recibe no sale de la reducción de la producción, ese nivel está asegurado en
tanto costo de producción, el incremento solamente es una parte más del
plusvalor producido con su trabajo5. En síntesis, podemos concluir que un
incremento salarial:
1) No reduce la producción porque es un
costo cubierto y contabilizado, a lo que podría afectar es a la ganancia.
2) En algunos escenarios de crecimiento o
aumento de la productividad, el incremento salarial puede ir acompañado de un
incremento también en las ganancias. En los últimos años, éste ha sido el caso
en Bolivia.
3) Un incremento salarial, es la
distribución del excedente que reduce la concentración de la riqueza y genera
mayor igualdad.
4) En la economía nacional boliviana, un
incremento salarial también se expresa en un ensanchamiento del mercado interno
que a la vez dinamiza a otros sectores como el comercio, transporte y otros,
mientras que, en un modelo de economía neoliberal el mercado interno es
desestimado.
Ahora el debate sobre el incremento
salarial se realiza en el marco de un mayor conocimiento de la economía por
parte de las clases subalternas que lo enfocan desde una perspectiva,
efectivamente, científica y no prejuiciosa, pues se está jugando el bienestar
de una parte importante de la población y la situación de la economía nacional.
Como horizonte, su demanda sectorial específica perfila también el destino de
la riqueza la nación para que se oriente en una perspectiva productiva y
eficiente, contrariamente a la descalificación permanente que reciben de los
economistas que cumplen de sacerdotes del capital.
Notas:
1 Keynes, John Maynard. Teoría general de
la ocupación, el interés y el dinero. México: Fondo de Cultura Económica, 2005.
2 Friedman, Milton y Rose. Libre para
elegir. Barcelona: Ediciones Orbis, s/f.
3 Marx, Karl. El Capital, Tomos I, II y
III, Vol. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8. México: Siglo XXI editores, 1984.
4 Smith, Adam. La riqueza de las naciones.
España: Alianza editorial, 2011.
5 Marx realiza este análisis, principalmente,
en el Tomo I de El Capital, capítulo VII La cuota de plusvalía, punto 3. La
última hora de Senior y en el esquema de acumulación y reproducción ampliada
del capital en el Tomo II.
Cuadro: elaboración propia en base a datos del Instituto Nacional de Estadística.
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