Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Entrevista a José Pimentel
Castillo, docente en la Universidad Nacional Siglo XX
A
mediados de marzo en la ciudad de La Paz tuvo lugar una peculiar reunión: el
encuentro entre exdirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB) “que
cumplieron funciones hasta 1987” y los actuales dirigentes nacionales y
departamentales. El orden del día incluía tan solo dos puntos: el “rol político
histórico de la COB” y el análisis de la actual coyuntura. ¿Por qué “hasta
1987”? Ese el año del VII Congreso de la COB, posterior a la derrota de la
Marcha por la Vida, cuando se impone, dice nuestro entrevistado, “una tendencia
antilechinista”, “ahí creo que la COB nació y murió con don Juan”; es el inicio
de la “práctica dispersión de la COB (cuando) había entrado en una etapa de
sobrevivencia, antes que de proyección histórica. Yo creo que hay que partir de
la crítica si queremos sacar experiencias. En ese sentido hemos hecho una
rememoración histórica de lo que había sido la COB”.
— Solo había dos puntos: el
rol histórico de la COB y el análisis de la coyuntura. Da la idea como de
refundacional…
—
Yo creo que sí. Este gobierno, este proceso es de los movimientos sociales, y
el gran articulador de los movimientos sociales ha sido la COB; pero también vemos
que hoy la COB no es lo que era antes. Hay sectores que han salido de la COB,
choferes, cooperativistas, y también han emergido nuevos actores, las juntas de
vecinos y otros. Entonces, vale la pena hacer una reflexión: cuál era la
potencialidad de la COB y cómo en el proceso actual se podría fortalecer; la
conclusión central es que hay que apoyar este proceso, y la única manera de
hacerlo es profundizándolo. Hay tareas que desde nuestra lógica histórica no se
están cumpliendo.
— ¿Cómo está la corriente de
la independencia sindical, incluso ante el MAS?
—
La independencia de clase siempre la hemos sentido, independencia ante las
otras clases, no ante nosotros mismos; tenemos un programa, una doctrina, unos
principios; y esa es nuestra línea; en la medida en que un gobierno coincida
con nuestro principio, naturalmente se tiene que apoyar; si se debe participar
en ese gobierno que hace lo que nosotros queremos, la independencia es del
gobierno, no de nosotros.
— ¿Está mal entendido eso de
la independencia sindical?
—
Eso ya es un juego para decir que el sindicalismo es apolítico, que no debe
meterse en política o finalmente en un gobierno. Pero la COB desde su
nacimiento lo ha hecho, la razón de ser de la COB es disputar el poder; no es
una organización sindical tradicional que pelee por salarios, por
reivindicaciones económicas; le interesa la transformación del país.
— ¿Cómo se debate la relación
con el Pacto de Unidad, con los indígenas, campesinos?
—
Hay que pensar que el Pacto de Unidad, CSUTCB y colonizadores son parte de la
COB, y si ellos han buscado un espacio político es porque la COB no les
respondía. En la medida en que la COB tenga un discurso nacional, para todos
los sectores, pienso que ellos van a volver con una nueva dinámica a la COB; en
el caso del Conamaq, de la Cidob, son elementos nuevos que hay que tomar en
cuenta, realidades que hoy están saliendo, que podrían si no integrarse a la
COB, tener una participación conjunta.
— Pero siendo la COB la
entidad matriz…
—
No. Es un proceso dialéctico; en la medida en que la COB tenga un discurso
incluyente, reivindique a todos los sectores, puede volver a ser la entidad
matriz, como se decía antes; pero en la medida en que no articule todos esos
intereses diversos, de las clases y los sectores, tal vez vale la pena ir
separados, hacer alianzas coyunturales, circunstanciales.
— Una peculiar resolución del
encuentro es la formación de ‘Comisiones permanentes’ de monitoreo…
—
Lo que no puede ocurrir es que haya una propuesta, unos candidatos que nunca
estén sometidos al control, fiscalización y orientación de la organización
sindical; eso ocurre, por ejemplo, con muchos senadores y diputados, que
viniendo de sectores sociales no responden al interés o dan informes a sus
sectores; esa dinámica hay que romperla. En general, con los dirigentes
antiguos, los planteamientos venían desde las asambleas, y la continuidad o
revocatoria era automática en una asamblea; ahí no había el estatuto ni nada: si
se decidía, se lo cambiaba.
— Una tradición sindical...
—
Yo creo que el modelo neoliberal ha hecho que las organizaciones sindicales se
sientan limitadas en el debate político, hayan sido constreñidas a una
actividad casi gremial; y cuando hay tareas de gran responsabilidad, como la
conducción del país, naturalmente hay que hacer un gran esfuerzo para superar,
recuperar, fortalecer a las organizaciones sociales.
— En esa línea va lo de las
comisiones…
—
Sí. Pensamos que el dirigente, esté en la COB, en el parlamento, en el
ejecutivo, debería informar, y la clase obrera naturalmente fiscalizar,
orientar la acción de cualquiera que sea su representante.
— Parece que como nunca,
ahora sí es un momento especial, pues cabe la posibilidad de que el MAS no gane
con contundencia y hasta pierda en una segunda vuelta. ¿A esto se refieren con
profundizar el cambio?
—
Yo creo que tenemos que volver al discurso de 2005, 2006; hemos logrado la
Asamblea Constituyente, hacer una valoración de cuánto se está ejecutando;
somos un estado plurinacional, ¿qué tipo de democracia tenemos, es la misma
parlamentaria o es la democracia participativa? Repensar el proyecto histórico
va a lograr cohesionar a los sectores sociales. Si la gente no percibe que se
va a profundizar, que se va a avanzar, creo que el riesgo es muy grande.
— ¿Se ha hablado de
candidaturas obreras para las elecciones?
—
Lo que creo es que sí la COB debería tener un programa de gobierno claro, para
plantear al Gobierno, si es que va en alianza con el Gobierno; y hacer que ese
programa, la acción gubernamental responda al interés de todos los afiliados a
la COB.
— Usted dirá, pero una cosa
parece ser el proceso de cambio y otra el MAS, que pueden estar más o menos en
sintonía.
—
El MAS es el instrumento político, tú lo has dicho, del Pacto de Unidad; el MAS
no es un partido, qué ideología tiene; es un instrumento electoral para llevar
adelante los planteamientos de los movimientos sociales; el MAS se debilita en
la medida en que los movimientos sociales se debilitan (cuando) no tienen
planteamientos; eso es lo que está ocurriendo, no hay una dirección política,
que a veces es pretendidamente suplantada por el aparato estatal; por eso creo
que el gran dilema del MAS es fortalecer a quienes lo han creado.
— ¿Eso significa tener mayor
presencia de la COB o del Pacto de Unidad en la gestión misma?
—
Tal vez hay que plantearse objetivos, metas, tareas, y eso a veces no lo vemos
en los congresos de los sectores sociales. ¿Quién recuerda el congreso de la
CSUTCB o los planteamientos del congreso de la COB en Santa Cruz? Esta reunión
ha tratado precisamente de redimensionar los objetivos, que no se reduzcan a
problemas economicistas, gremiales, sino de transformación estructural de la sociedad.
— Fue una cita de
reflexión...
—
Retrotraerse a los viejos tiempos de la COB. Ésta era la única organización que
representaba los intereses populares, hoy la COB no es eso, pero deberían ser
los movimientos populares en su conjunto los que den la dirección del proceso.
Se ha hablado, tal vez con cierta dureza, de la presencia en el Gobierno no de
los sectores populares; si la COB, el Pacto de Unidad lograran representar eso,
los planes del Gobierno coincidirían de pleno con las aspiraciones del pueblo.
— Mayor presencia popular,
tal vez se reclama.
—
Sí.
José
Pimentel Castillo. “En 1952 las masas armadas tuvieron la capacidad de imponer
un programa de gobierno al MNR, la nacionalización de las minas y la reforma
agraria; hoy, los movimientos sociales lograron
imponer el tema de hidrocarburos, la Asamblea Constituyente”.
Datos
Nombre:
José Antonio Pimentel Castillo.
Nació:
23 de agosto de 1949 en Catavi, Potosí.
Ocupación:
Es docente en la Universidad Nacional Siglo XX, ubicada en Llallagua, Potosí.
Perfil
Dirigente
de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), fue
diputado por el MAS entre 2006 y 2010; ministro de Minería de 2010 a 2012.
Entrevista
realizada para el periódico La Razón por Iván Bustillos es periodista
y Twitter: @escuelanfp
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