Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Freddy Morales
Más que una idea, fue apenas un sueño durante muchos años. Fidel Castro, en todo encuentro o congreso de periodistas que se realizaba en La Habana, cerraba los eventos con la pregunta sobre cuándo Latinoamérica iba a tener su propia cadena de televisión, para contar con voz propia su propia historia.
Antes de la década de los 80 y en los años posteriores, la comunicación masiva desde las grandes corporaciones ya era cuestionada, por los intereses que representaban y los modelos que difundían. De modo que los jóvenes periodistas de entonces acariciábamos el sueño de lograr la otra comunicación: para el desarrollo, liberadora, popular, alternativa, nombres para la necesidad sobraban. Lo que no había eran medios económicos para lo que considerábamos imprescindibles nuevos medios de comunicación.
Sin embargo, este sueño se empezó a construir con más voluntad que medios. La nueva comunicación no tenía dinero para una buena impresión gráfica si era impresa, para un buen equipo de audio si era radio, y menos aún para la costosísima televisión, mientras cada vez más nos convencíamos de su urgencia, empezando por el “quién dice qué, por qué medio, con qué intención” del primer curso universitario de Comunicación. El desafío frecuente de Fidel a los periodistas era básico: si la comunicación es utilizada como medio de dominación, la comunicación también forma parte de los instrumentos de liberación.
En los inicios del nuevo siglo, soplaban ya fuertes vientos de cambio en el continente. A cinco años del ejercicio del gobierno, en 2005, Hugo Chávez había recogido el de-safío de Fidel y promovía desde Venezuela la Nueva Televisión del Sur, con el consiguiente espanto en la derecha estadounidense, que, mediante uno de sus senadores, propuso y logró un presupuesto extraordinario destinado a interferir las emisiones de TeleSur.
En julio de 2005, la Nueva Televisión inició sus emisiones con la consigna “Nuestro Norte es el Sur” y la decisión de contar la otra cara de la historia y mostrar los otros rostros de los pueblos y naciones del continente. Y así se hace desde entonces, con hitos de coberturas periodísticas impresionantes y la osadía de estar presente, con corresponsal propio en cualquier lugar del mundo donde suceden cosas que merecen contarse: sean culturas, crisis, guerras o hambre.
Ha transcurrido una década de esta nueva mirada, forma y aporte de relatar las historias de este tiempo, y nada ha sido sencillo, ni lo será, porque está claro que este medio de comunicación es, para muchos, un testigo por demás incómodo. Diez años después, Fidel Castro, en una carta de felicitación por el aniversario, afirma que “en su camino de aprendizaje y experiencias, no ha habido acontecimiento político, económico y social trascendente en que TeleSur no haya estado presente con inmediatez, objetividad y veracidad. Del mismo modo en el canal han encontrado espacio los hombres, mujeres y niños de diversos grupos sociales, etnias y religiones, los indígenas, los negros, los desposeídos y más humildes con su dignidad e inteligencia naturales y sus historias conmovedoras y muchas veces desgarradoras”. Sin duda que el periodismo y la comunicación tienen mucho que celebrar.
y Twitter: @escuelanfp
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