Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Conclusiones
del Segundo Encuentro Mundial de Movimientos Populares
Las organizaciones sociales reunidas en el
Segundo Encuentro Mundial de Movimientos Populares, en Santa Cruz de la Sierra,
Bolivia, durante los días 7, 8 y 9 de julio de 2015,
coincidimos con el Papa Francisco en que la problemática social y ambiental
emergen como dos caras de la misma moneda. Un
sistema que no puede brindar tierra, techo y trabajo para todos, que socava la
paz entre las personas y amenaza la propia subsistencia de la Madre Tierra, no
puede seguir rigiendo el destino del planeta.
Debemos
superar un modelo
social, político, económico y cultural donde el mercado y el dinero se han
convertido en el eje regulador de las relaciones humanas en todos los niveles.
Nuestro
grito, el de los más postergados y marginados, obliga a que los poderosos
comprendan que así, no se puede seguir. Los pobres del mundo se han levantado
contra la exclusión social que sufren día a día. No queremos explotar ni ser
explotados. No queremos excluir ni ser excluidos. Queremos construir un modo de
vida en el que la dignidad se alce por encima de todas las cosas.
Por eso, nos comprometemos a:
1. Impulsar y profundizar el proceso de cambio
Reafirmamos nuestro compromiso con los procesos
de cambio y liberación como resultado de la acción de los pueblos organizados,
que desde su memoria colectiva toman la historia en sus manos y se deciden a
transformarla, para dar vida a las esperanzas y las utopías que nos convocan a
revolucionar las estructuras más profundas de opresión, dominación,
colonización y explotación.
2. Vivir bien en armonía con la Madre
Tierra
Seguiremos
luchando para defender y proteger a la Madre Tierra, promoviendo la “ecología
integral” de la que habla el Papa Francisco. Somos fieles a la filosofía
ancestral del “Vivir Bien”, nuevo orden de vida que propone armonía y
equilibrio en las relaciones entre los seres humanos y entre éstos y la
naturaleza.
La
tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la tierra. Debemos cuidarla y
labrarla en beneficio de todos. Queremos leyes medioambientales en todos los
países en función del cuidado de los bienes comunes.
Exigimos
la reparación histórica y un marco jurídico que resguarde los derechos de los
pueblos indígenas a nivel nacional e internacional, promoviendo un diálogo
sincero a fin de superar los diversos y múltiples conflictos que atraviesan los
pueblos indígenas, originarios, campesinos y afrodescendientes.
3. Defender el trabajo digno
Nos
comprometemos a luchar por la defensa del trabajo como derecho humano. Por la
creación de fuentes de trabajo digno, por el diseño e implementación de
políticas que restituyan todos los derechos laborales eliminados por el
capitalismo neoliberal, tales como los sistemas de seguridad social, de
jubilación y el derecho a la sindicalización.
Rechazamos
la precarización, la tercerización y buscamos que se supere la informalidad a
través de la inclusión, nunca con persecución ni represión.
Asimismo,
levantamos la causa de los migrantes, desplazados y refugiados. Instamos a los
gobiernos de los países ricos a que deroguen todas aquellas normas que
promueven un trato discriminatorio contra ellos y establezcan formas de
regulación que eliminen el trabajo esclavo, la trata, el tráfico de personas y
la explotación infantil.
Impulsaremos
formas alternativas de economía, tanto en áreas urbanas como en zonas rurales. Queremos
una economía popular y social comunitaria que resguarde la vida de las
comunidades y en la que prevalezca la solidaridad por sobre el lucro. Para
esto es necesario que los gobiernos fortalezcan los esfuerzos que emergen de
las bases sociales.
4. Mejorar nuestros barrios y construir
viviendas dignas
Denunciamos
la especulación y mercantilización de los terrenos y los bienes urbanos.
Rechazamos los desalojos forzosos, el éxodo rural y el crecimiento de los
barrios marginados. Rechazamos cualquier tipo de persecución judicial contra
quienes luchan por una casa para su familia, porque entendemos
a la vivienda como un derecho humano básico, el cual debe ser de carácter
universal.
Exigimos políticas públicas participativas que
garanticen el derecho a la vivienda, la integración urbana de los barrios
marginados y el acceso integral al hábitat para edificar hogares con seguridad
y dignidad.
5. Defender la Tierra y la soberanía
alimentaria
Promovemos la reforma agraria integral para distribuir la
tierra de manera justa y equitativa. Llamamos la atención de los pueblos sobre
el surgimiento de nuevas formas de acumulación y especulación de la tierra y el
territorio como mercancía, vinculadas al agro-negocio, que promueve el
monocultivo destruyendo la biodiversidad, consumiendo y contaminando el agua,
desplazando poblaciones campesinas y utilizando agro-tóxicos que contaminan los
alimentos.
Reafirmamos
nuestra lucha por la eliminación definitiva del hambre, la defensa de la
soberanía alimentaria y la producción de alimentos sanos. Asimismo rechazamos
enfáticamente la propiedad privada de semillas por grandes grupos
agroindustriales, así como la introducción de productos transgénicos en
sustitución de los nativos, debido a que destruyen la reproducción de la vida y
la biodiversidad, crean dependencia alimentaria y causan efectos irreversibles
sobre la salud humana y el medio ambiente. De igual manera, reafirmamos la
defensa de los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas sobre la
agricultura sustentable.
6. Construir la paz y la cultura del encuentro
Nos
comprometemos, desde la vocación pacífica de nuestros pueblos a intensificar
las acciones colectivas que garanticen la paz entre todas las personas,
pueblos, religiones, etnias y culturas.
Reafirmamos
la pluralidad de nuestras identidades culturales y tradiciones que deben
convivir armónicamente sin que unas sometan a otras. Nos levantamos en contra de la criminalización
de nuestra lucha, pues están criminalizando nuestras costumbres.
Condenamos
cualquier tipo de agresión militar y nos movilizamos por el cese inmediato de
todas las guerras y de las acciones desestabilizadoras o golpes de Estado, que
atentan contra la democracia y la elección de los pueblos libres. Rechazamos el
imperialismo y las nuevas formas de colonialismo, sean militares, financieras o
mediáticas. Nos pronunciamos contra la impunidad de los poderosos y a favor de
la libertad de los luchadores sociales.
7. Combatir la discriminación
Nos
comprometemos a luchar contra cualquier forma de discriminación entre
los seres humanos, sea por diferencias étnicas, color de la piel, género,
origen, edad, religión u orientación sexual. Todos nosotros, mujeres y hombres,
debemos tener los mismos derechos. Condenamos el machismo, cualquier forma de
violencia contra la mujer, en particular los femicidios, y gritamos ¡Ni una
menos!.
8. Promover la libertad de expresión
Promovemos
el desarrollo de medios de comunicación alternativos, populares y comunitarios,
frente al avance de los monopolios mediáticos que ocultan la verdad. El acceso
a la información y la libertad de expresión son derechos de los pueblos y
fundamento de cualquier sociedad que se pretenda democrática, libre y soberana.
La
protesta es también una legítima forma de expresión popular. Es un derecho y
quienes lo ejercemos no debemos ser perseguidos por ello.
9. Poner la ciencia y tecnología al servicio de los
pueblos
Nos
comprometemos a luchar para que la ciencia y el conocimiento sean
utilizados al servicio del bienestar de los pueblos. Ciencia y conocimiento son
conquistas de toda la humanidad y no pueden estar al servicio de la ganancia,
explotación, manipulación o acumulación de riquezas por parte de algunos grupos.
Persuadimos a que las universidades se llenen de pueblo y sus conocimientos
estén orientados a resolver los problemas estructurales más que a generar
riquezas para las grandes corporaciones. A denunciar y controlar a las
multinacionales farmacéuticas que por un lado, lucran con la expropiación de
conocimientos milenarios de los pueblos originarios y, por el otro, especulan y
generan ganancias con la salud de millones de personas, poniendo el negocio por
delante de la vida.
10. Rechazamos el consumismo y defendemos la
solidaridad como proyecto de vida
Defendemos
la solidaridad como proyecto de vida personal y colectivo. Nos
comprometemos a luchar contra el
individualismo, la ambición, la envidia y la codicia que anidan en nuestras
sociedades y muchas veces en nosotros mismos. Trabajaremos incansablemente para
erradicar el consumismo y la cultura del descarte.
Seguiremos trabajando
para construir puentes entre los pueblos, que nos permitan derribar los
muros de la exclusión y la explotación!
y Twitter: @escuelanfp
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