Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Xavier Albó
En
términos estadísticos, yo sigo pensando que es un error fundamental no aceptar
todavía en los censos la posibilidad de registrar una doble residencia regular.
Tener ya una vivienda urbana sin perder la otra (u otras) en el campo es una
estrategia de sobrevivencia muy común dentro del país. Las presiones desde el
campo y desde la ciudad para que la gente escoja solo uno de sus varios
domicilios reflejan esa realidad. Exigir que en esos casos se privilegie solo
uno de esos lugares puede simplificar el manejo de situaciones más complejas
pero muy reales en la realidad cotidiana de muchos; por tanto, distorsiona esa
realidad que, en los andes, existe desde hace siglos, si no milenios.
Distingamos
dos situaciones: a) las migraciones y residencias múltiples por simple
conveniencia laboral y de sobrevivencia y b) el caso más preciso de cambio de
domicilio para poder cumplir un determinado cargo público fuera del lugar de
residencia habitual. Para lo primero, insisto que los censos y encuestas
tendrían que superar la suposición facilitona y cada vez más errada de que solo
se puede tener una residencia “habitual” o “permanente”. Ante esa realidad,
nuestra legislación debería también acomodarse a ella. Las migraciones son cada
vez mayores, a lugares más distantes y más flexibles en términos de idas y
venidas. Y no parece que un censo “de facto”, en una fecha concreta, pueda
modificar, sin más, derechos “de iure”.
Sin
embargo, me concentraré aquí en el caso más concreto de la necesidad de cumplir
un determinado cargo público claramente temporal (por ejemplo ser asambleísta),
en un lugar distinto al del “domicilio” o “residencia permanente” del
candidato. La obligación de haber vivido permanentemente en el lugar para el
que se postula necesita mayores precisiones y aclaraciones. No puede aplicarse
a ciegas, sino con todos los matices necesarios. De lo contrario, se podría ir
totalmente contra el espíritu de esa norma, que es asegurar que el candidato
conoce bien la problemática del lugar donde cumplirá su cargo, en caso de ser
elegido.
Dentro
de la Asamblea Legislativa las periódicas visitas de los asambleístas a sus
lugares de origen son ya un reconocimiento público de este hecho: la residencia
temporal en otro lugar para cumplir su nueva función no suprime ni mucho menos
la “residencia permanente” de los afectados en los sitios que los eligieron.
La
actual controversia, para casos como el de Rebeca Delgado, surge de una simple
circular del Tribunal Electoral Plurinacional del 19 de diciembre, a diez días
del cierre de inscripciones, prohibiendo a actuales legisladores ser candidatos
a cargos dentro del gobierno municipal porque debían tener “residencia de forma
permanente” en el municipio en los dos últimos años. Pero no toma en cuenta
todos esos matices, aparte de excluir además de la norma a los candidatos a
gobernador, al parecer porque así le convino al Gobierno.
¿Por
qué no se exigió, por ejemplo, ese requisito para que Carlos Romero que hace
años reside en función de su cargo en La Paz, se postulara y ganara su
senaduría para Santa Cruz, o para que Betty Yañíquez fuera candidata y ganara
su curul de diputada uninominal en la Circunscripción 7 de la zona Sur de La
Paz, cuando no es esa su residencia habitual?
Lo
más expedito será que el propio TSE siente precedentes incorporando esos
matices en los próximos días con su veredicto ante el caso de Rebeca Delgado y
otros, a partir de su declaración jurada y su registro biométrico.
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