Por: W. Abraham Pérez Alandia
En tanto que desde la teoría económica convencional y su versión
neoliberal se afirma que los impuestos bajos que se cobre al capital favorecen
la inversión y el crecimiento, los países desarrollados tienen estructuras
impositivas más altas para sus sectores ricos, estos países siguen creciendo y
manteniendo niveles de vida elevados. En cambio, en países como los de la
región de América Latina, los impuestos a los ricos son, además de bajos,
fáciles de evadir. Consecuentemente las poblaciones continúan con altos niveles
de pobreza estructural desde tiempos remotos.
Estudios de la CELAG afirman que:
“………la recaudación tributaria en
América Latina supone el 23,1% del PIB para el año 2018, mientras que este
mismo valor es del 34,3% para países OCDE o 40,3% para la Unión Europea.
Existe, por tanto, mucho margen inteligente de recaudación para ganar en
justicia social; y también en eficiencia”. (La reforma tributaria que
necesitamos, Alfredo Serrano, celag.org)
Por su parte:
“El presidente de Rusia, Vladímir
Putin, ha propuesto este martes en un discurso ante la nación aumentar a partir
del 1 de enero de 2021 el impuesto sobre la renta personal del 13 % al 15 %
para aquellas personas cuyos ingresos superen los 5 millones de rublos al año
(72.850 dólares)” ( https://actualidad.rt.com).
En los países de Latinoamérica, los pudientes tienen facilidades para no pagar impuestos, evadirlos y sacar capitales a los paraísos fiscales. En Bolivia tienen el cinismo de gobernar con golpistas y no golpistas, sacando ventajas para hacer crecer sus riquezas e impunidad para tener cuentas en los paraísos fiscales.
La investigación que se hizo en el parlamento sobre los “Papeles de
Panamá”, debe salir a la luz pública, para que, bolivianas y bolivianos
identifiquemos a los que, explotando recursos naturales que son del pueblo
boliviano, se enriquecen, no pagan impuestos y, tiene el cinismo de ser
candidatos, para incrementar su poder económico y dejar que la pobreza mate a
la mayoría de nuestros compatriotas. Además de querer ser presidente y
vicepresidentes, tal es el cinismo que, nos vuelven limosneros de los
organismos internacionales, para endeudarnos indefinidamente.
Continua el análisis de CELAG demostrando que: del porcentaje que dice
las leyes tributarias, los empresarios ricos pagan menos, veamos estas
afirmaciones:
“….: en Argentina, la tasa legal es del 30%, pero a la hora de la verdad, el tipo impositivo efectivo sobre sus beneficios es del 7,6%; en México, esta relación es de 30% a 7,4%; en Perú, de 29,5% a 8,8%; en Colombia, de 33% a 9,8%. ¿Por qué ocurre esto? Porque la mayoría de las empresas usan múltiples mecanismos para reducir la base imponible sobre la que se aplica el tipo impositivo”.(Idem).
Continuando esta lógica
analítica de CELAG, en Bolivia la brecha es más ancha. El “Impuesto a las
Utilidades (IU)”, que debe pagar el empresario, está estipulada en 25% sobre
las ganancias netas que muestran sus estados financieros. Lo irónico es que
este pago que hacen las empresas se vuelve en cero, ¿cómo? Si, por ejemplo,
paga Bs. 10.000.- de IU.- esta suma es un anticipo del “Impuesto a las
Transacciones (IT)” que debe declarar en los próximos 12 meses, el empresario
se puede descontar, por ejemplo en los 10 meses siguientes, declarando 1.000.-
del IT cada mes. Es necesario recordar que el IT, así como el IVA, son
impuestos indirectos, esto es, que no paga el empresario sino el consumidor. En
suma, en Bolivia la tasa legal del IU es de 25%, el tipo impositivo se
convierte en cero por ciento, porque que se esfuma en el IT, de los próximos 10
meses. Para el colmo de la ironía, los empresarios sacan sus jugosas ganancias
a los paraísos fiscales y no pagan nada sobre esta fuga de capitales. Sus
miradas de vida no están en este país, sueñan con vivir, ellos y sus
descendientes en EE.UU son los soñadores del “sueño americano”. Un botón de
muestra es Goni.
¿Qué
gobierno se atreverá a realizar una reforma tributaria más justa y equitativa?
Que, nos permita instalar, en nuestros países, el ansiado bienestar.
(*) ECONOMISTA SUBVERSIVO, DOCENTE
INVESTIGADOR DE LA UMSA, MIEMBRO DEL COLECTIVO “SALVAJES URBANOS”
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