Ir al contenido principal

El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás

El retorno de Chato Peredo


Por: Mauro Alcócer
37 muertos, centenares de heridos, más de mil detenidos. Ese es el enorme costo que ha tenido el derrocamiento de Evo Morales, luego de casi 14 años de un contradictorio proceso de cambio, con grandes avances pero también con retrocesos, de momentos fulgurantes marcados por la lucha política de carácter revolucionario, pero también por momentos grises en los que el pragmatismo gubernamental era la tónica dominante.
Osvaldo Chato Peredo le advirtió hace años a Evo Morales que su vicepresidente, Álvaro García Linera, no era un revolucionario sino tan solo un advenedizo que utilizaba de manera oportunista su trayectoria indianista para justificar ideológicamente los acercamientos gubernamentales a la burguesía cruceña. Chato es cruceño y sabía perfectamente que esos acercamientos eran el principio del fin del gobierno de Evo, aspecto que quedó trágicamente confirmado con el movimiento fascista de octubre-noviembre del 2019, que se inició en Santa Cruz financiado con aportes millonarios que hicieron los empresarios.
“En un inicio ayudó al partido, pero luego se convirtió en un estorbo, un freno para el Proceso de Cambio”, ésas fueron las palabras pronunciadas el 2015, con las que Chato rompió con el linerismo, no con Evo ni con la revolución boliviana. Y esas palabras tuvieron inmediato efecto en la izquierda boliviana y también continental, que siempre ha considerado al guerrillero del Ejército de Liberación Nacional (ELN) como un ejemplo.
Hoy, luego del golpe fascista, que es resistido en Bolivia por los sectores populares, el retorno de Chato apoyando la candidatura del economista Luis Arce, es una especie de reivindicación histórica para la izquierda boliviana. Y ese regreso coincide, no por casualidad, con la total desaparición del linerismo en Bolivia. Los escasos portavoces del que fuera vicepresidente han desaparecido o se dieron la vuelta; entre las organizaciones obreras lo recuerdan como un operador de los intereses patronales; las organizaciones campesinas del Pacto de Unidad le culpan por los errores que cometió Evo Morales; en las universidades, derechizadas como están, no le perdonan haber mentido con su grado de licenciatura.
Bien por Chato. Ahora hay que apoyar la candidatura antifascista en una lucha electoral desigual e injusta, que es como se pintan las elecciones del próximo 3 de mayo.


Síguenos en Facebook:  La Escuela Socialista Comunitaria 
en Twitter: @escuelanfp y en Telegram
Para recibir nuestro boletín semanal llena el siguiente formulario:


En Bolivia:












Comentarios

Entradas populares de este blog

La despatriarcalización

Por: Julieta Paredes Al igual que el Seguro Universal de Salud (SUS), la despatriarcalización, como nombre para una política pública, tardó mucho, pero llegó. Entonces, en este marzo de luchas de las obreras, es necesario analizar, ¿qué es lo que realmente llegó? Fruto de una serie de movilizaciones de mujeres pertenecientes a las organizaciones sociales del proceso de cambio, se lograron algunas medidas en el Ejecutivo. Fueron movilizaciones que se realizaron a lo largo del año pasado, con encuentros departamentales. Así fue que se logró concretar un listado de demandas que más o menos se repitieron a lo largo de estos años, con algunas interesantes novedades. Entre ellas podemos señalar la exigencia del salario al trabajo doméstico y la necesidad de un espacio en el Gobierno para este sector. Algo así como un Ministerio de las Mujeres, instancia que tenga la jerarquía necesaria para efectuar las tareas que corresponden a la mitad de la población de Bolivia que somos las mu

Idiosincrasia e ideología

Por: Félix Tarqui Triguero No son posibles las revoluciones económicas sin las revoluciones culturales porque todos aquellos contenidos que constituyen el fundamento de determinada cosmovisión propia de cada nacionalidad o sociedad pueden ayudar o frenar su avance por ser una manera de pensar de cada agrupación humana, en funcion a su historia y cultura. Así nace la idiosincrasia propia de cada pueblo, sin embargo, se enfrenta a la idiosincrasia forzada o alienante que influye día a día a las grandes masas de la población mundial de manera globalizante, en ese contexto necesitamos ver que Bolivia es un país de molde capitalista y sub desarrollado (empobrecido por la clase dominante que gobernó desde 1825 exceptuando a Antonio José de Sucre, Andrés de Santa C. hasta el 2005), La ideología como el estudio de las ideas es también un proceso de construcción critica, influenciado tan pronto el individuo se encuentra inmerso en las realidades sociales, económicas, culturales

Pedro Ignacio Muiba, el héroe

Por: Homero Carvalho Oliva En 1975, mi padre, Antonio Carvalho Urey, terminó una investigación iniciada en la década de los sesenta que habría de cambiar la historia nacional. Después de muchas visitas al Archivo Nacional de Bolivia, dirigido en ese entonces por Gunnar Mendoza, extraordinario intelectual e historiador, quien le ayudó a ubicar los folios que habrían de probar toda una hazaña que da testimonio que los indígenas moxeños participaron activamente en la Guerra de la Independencia de nuestro país, al mando del cacique Pedro Ignacio Muiba. Esta investigación se publicó, primero en septiembre de 1975, en un policopiado financiado por la Universidad Técnica del Beni, en un pequeño tiraje de 200 ejemplares y luego en la famosa Biblioteca del Sesquicentenario de Bolivia. Dos años más tarde, en 1977, Antonio publicó el libro titulándolo Pedro Ignacio Muiba, el Héroe y de esa manera se reparó una injusticia histórica. En sus investigaciones, Antonio se basó, entre otros, en