Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...

A continuación presentamos dos artículos sobre el tema
¿QUIENES GANAN CON LA INYECCIÓN DE LIQUIDEZ QUE ANUNCIÓ EL BCB?
Wara del Sur (*)
Lo anunciado por el BCB el día de ayer se enmarca
en medidas que se están tomando en los países desarrollados que, en plena
crisis de salud pública, favorece al sector financiero privado, cuya naturaleza
es especulativa. La banca privada no renuncia a aprovechar de los momentos
críticos para aumentar sus ganancias. Esta es la característica del sector
financiero, “la banca nunca pierde”.
Los anuncios de la prensa dicen que:
El Banco Central
de Bolivia (BCB) incrementó en 50% la liquidez del sistema financiero al haber
comprado a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFPs) un número
determinado de bonos del Tesoro General de la Nación (TGN).
Estos bonos del TGN fueron adquiridos por las
AFP’s, para realizar inversiones que les dan utilidades, son bonos que tienen
plazos de 5 años hasta 50 años. Al comprarles el BCB estos bonos, les está
pagando los intereses vencidos. Por su lado las AFP’s dejan depositados estos
recursos en sus cuentas bancarias. Los bancos que reciben estos depósitos, por
su parte, compiten entre ellos y ofrecen tasas de interés atractivas a las
AFP’s. Si hacen subir estas tasas mucho, los bancos harán subir las tasas de
interés a sus clientes deudores, es decir los que irán a pedir créditos. Hasta
aquí, es fácil comprender que los que ganan con estas operaciones son las AFP’s
y los bancos. Así es como lo expone la prensa:
El BCB explicó que los recursos ingresarán a
la economía porque las AFPs los invertirán en el sistema financiero, y los
bancos colocarán ese monto de créditos solicitados por sus clientes, y de esta
forma se incrementa en un 50% la liquidez, que al 20 de marzo alcanzaba a de Bs
6.806 millones.
Una de las obligaciones del BCB, es vigilar que no falte liquidez en el
sistema financiero y por tanto en la economía, pero hay otras maneras de operar
también. Por ejemplo, se puede liberar recursos del encaje legal, puede
devolver los recursos que tiene el BCB de particulares por los bonos, navideños
y otros.
Otra interrogante que hay que hacer es, además de
favorecer al sistema financieros privado ¿a quienes favorece también? Según los
anuncios de la prensa se señala que:
La operación favorece a todos los ciudadanos bolivianos que sean sujetos de
crédito tanto los que están en el mercado formal como el informal, que en esta
etapa de emergencia sanitaria preocupa a todos, agregó.
Quien ha dicho a
la prensa que ¿Los que se encuentran en el mercado informal son sujetos de
crédito? Los que son sujetos de crédito son empresas grandes y tal vez algún
porcentaje de la empresa mediana y, muy pocas pequeñas. Las empresas grandes
son, en su mayoría, exportadoras.
Estimado lector
puede usted, muy fácilmente deducir A QUIENES FAVORECE LA MEDIDA.
Muchas gracias:
(*) Economista
crítico y subversivo, miembro del colectivo “Salvajes Urbanos”
_______________________________
COMPRA DE BONOS DE LAS AFP: ¿A QUIÉN BENEFICIA?
Barómetro Económico
Según el presidente interino del
Banco Central de Bolivia (BCB), Guillermo Aponte, el BCB compró de las AFPs un
número determinado de bonos del Tesoro General de la Nación que tenían en los
fondos de pensiones por un monto de Bs3.476 millones ($us500 millones).
Esta operación no es nada nuevo
pues va en la vieja lógica neoliberal de los años 90. En esos años el TGN tenía
un déficit enorme, principalmente déficit corriente, porque no podía generar
ingresos y por supuesto no podía pagar sueldos y salarios, por lo que recurría
a la emisión de deuda a través de bonos los cuales eran comprados por las Administradoras
de Fondos de Pensiones (AFP) para obtener ganancias a costa del propio Estado.
Esos bonos eran en dólares y a tasas de interés altas.
Para las AFP resultaba muy
atractivo este tipo de “inversiones” pues sin hacer mucho esfuerzo obtenían ganancias.
Las utilidades de las AFP están en un promedio de $us7 millones cada año que se
van al extranjero pues no son empresas nacionales y los gerentes ganan Bs220
mil (más de $us30.000 al mes).
Desde 2006 esa situación cambió,
con la nacionalización de los recursos naturales se tuvieron mayores ingresos,
por lo que se dejó de favorecer a las AFP, para que estas hagan verdaderamente
su trabajo, el de administrar los fondos de pensiones y hagan otro tipo de
inversiones que generen rentabilidad.
En 2017, en el marco de lo
establecido en la Ley 065 de Pensiones se planteó invertir alrededor de $us150
millones, un 1% del total del fondo de pensiones, en la agroindustria cuyo
crecimiento en ese momento estaba por encima del 7%. Pese a que el artículo 140
de la misma Ley establece la autorización para invertir hasta un 5% en
inversiones de pequeñas y medianas empresas.
Como la Ley de Pensiones fue
consensuada con los trabajadores, este planteamiento fue ampliamente discutido
con la COB y por decisión de los trabajadores esta propuesta no se concretó.
El actual gobierno de facto
destina $us500 millones a la banca con la lógica de que “se puedan colocar más
créditos”, en un momento de mucha incertidumbre, sin consultar a los
trabajadores y menos a los rentistas y jubilados del Sistema Integral de
Pensiones y del Sistema de Reparto.
La incertidumbre implica que si
el dinero que se le está dando a la banca tendrá rentabilidad. Pues como todos
saben, los depósitos (cajas de ahorro de la gente en los bancos) han disminuido
drásticamente en los últimos meses. Solo en el último trimestre disminuyeron en
cerca de $us500 millones.
Los créditos han disminuido
(presentan la menor tasa de crecimiento de los últimos 15 años) y la mora se ha
incrementado porque en un escenario como el actual, de menor demanda y menos
ingresos en las familias, nadie en su sano juicio quisiera endeudarse y sobre
los créditos otorgados a la fecha existen problemas para poder pagar las cuotas
que corresponden. Por lo que cualquier inversión en esas condiciones es
“sumamente riesgosa”.
Por tanto, es necesario que la
población, los trabajadores, los asegurados y los jubilados del sistema de
pensiones conozcan:
Debido a que la información presentada
por el Presidente del BCB no es transparente ¿Cuantos bonos se han comprado?
¿En qué condiciones? ¿A qué plazos y tasas de interés? Y finalmente ¿Por qué no
se consultó a los trabajadores? ¿a quién beneficia realmente ésta operación?
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