Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Doña
Josefa, comerciante de abarrotes, me dijo muy triste que ya no hay dólares para
comprar y me contaba cómo hasta hace pocos meses le rogaban para venderle unos
cuantos, ¿por qué ahora anda como alma en pena buscando casas de cambios y
librecambistas que le den una mano no muy cara? Obvio, debe devolver un
anticrético (con pérdida) después de seis años, como ella hay montón de gente que
se siente incertidumbre sobre el destino del fruto de años de trabajo. Ante la
crisis política que causó este gobierno de transición, se desató una
especulación la cual no se combate sino más bien fomenta a nombre de las
ventajas y beneficio para sus exportadores (que se concentran en unos pocos
empresarios) que conllevaría mover el tipo de cambio.
Desde enero de 2008 el
gobierno del MAS-IPSP inició una política de inamovilidad del tipo de cambio
respecto al dólar, la cual sigue estática desde el 2011 según gráfico a
continuación:
Nuestra
estabilidad cambiaria permitió tres acciones patrióticas: 1) Tener la inflación
más baja de la región, a pesar de que en todos los países se disparó. 2)
Posicionar nuestra moneda con estabilidad y confianza para asegurar un consumo
racional. 3) Gracias a la ‘bolivianización’, incrementar la confianza en el
sistema financiero-bancario, a pesar de la crisis financiera internacional, disminuyendo
la mora de nuestras deudas e incrementando la cartera bruta financiera (ahorros).
Actualmente, la tendencia
de mover el tipo de cambio se posiciona como una idea común, sin darnos cuenta de
que ese puede ser un detonante para una crisis financiera que primeramente
devaluaría nuestros ahorros al perder el boliviano el poder adquisitivo, nos
sometería a una dependencia de políticas monetarias extranjeras acabando con
nuestra soberanía monetaria y repercutiría en nuestra economía global, siendo
que nuestras reservas disminuirían porque desde hace años se posicionan en la moneda
nacional.
Siendo
que el Ministro de Economía, José Luis Parada, y el de Desarrollo Productivo,
Wilfredo Rojo Parada, son miembros del sector empresarial privado y de la Cámara de
Exportadores respectivamente, no es difícil adivinar cuáles son las intenciones
a corto y largo plazo de generar mayores ganancias para estos dos sectores moviendo
el tipo de cambio, pero a costa de la crisis financiera nacional que afectará fuertemente
a todos los bolivianos, llevándonos al desabastecimiento, pérdida del ahorro,
estancamiento de la economía y el incremento constante de la inflación, como en
los años anteriores a este proceso de cambio
¿Qué
hacer?
Siendo
que el incremento de precios es latente y ahora muchas mercaderías volvieron a
cotizarse en dólares. Se debe evitar a toda costa que desde un gabinete
ministerial se tomen medidas que ataquen la ‘bolivianización’ y más bien
generar, como MAS-IPSP, propuestas que den certidumbre para los ahorristas,
acciones que frenen la inflación y develen la importancia de nuestra soberanía
monetaria porque ningún país hace políticas monetarias para favorecer a otro.
Por
otro lado, la atracción de inversiones que respeten nuestra soberanía siempre
fue una política abierta del MAS-IPSP, pero no con la lógica que ahora plantean
estos dos ministros, de dar ‘carta blanca’ y aceptar el condicionamiento a nombre
de que se podría reducir ficticiamente el déficit y plantear un paliativo para
frenar la caída del PIB, que se develará a raíz de la crisis política que gestó
el mismo gobierno de transición.
La
devaluación va a llevar a total incertidumbre a la economía boliviana, va a
generar inflación y todo ello con el único propósito de favorecer las ganancias
de unos cuantos empresarios exportadores. Esto no lo debemos permitir.
Síguenos en Facebook: Escuela Nacional de Formación Política
y Twitter: @escuelanfp
Regístrate también en nuestro canal en Telegram
Comentarios
Publicar un comentario
Escriba sus comentarios