Ir al contenido principal

El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...

¿Abrir la Constitución para mejorar la Justicia?



Por: Ariel Flores Mamani

Modificar los artículos de la Constitución que permiten la elección popular de magistradas y magistrados de los más altos tribunales de justicia conlleva cambiar varios artículos con los cuales la elección guarda relación y concordancia.

Que la segunda vez que el presidente del Estado Evo Morales se refirió duramente a la justicia boliviana. En una primera oportunidad señaló que los ponchos y polleras se habían aplazado. En estos días, no ha reparado en anunciar un referendo como único camino para mejorar la justicia ya que sigue sumida en corrupción y retardación. Un referendo precedido por una cumbre.
Asimismo, sentenció que “si se tiene que hacer una reforma de la Constitución, hay que hacerla”, a pesar de que el segundo mandatario del Estado afirmara, antes de las elecciones generales 2014, que no estaba en los planes del Gobierno modificar la Constitución (Animal Político 28/09/2014).
Justificado o no, el anuncio de reformar la Constitución ha provocado una seguidilla de reacciones de respaldo por parte de diferentes autoridades del Ejecutivo, de denuncia y alarma en lo que queda de la oposición política y, al menos de sospecha e incertidumbre entre la ciudadanía en general. 
¿Será necesario abrir/reformar la Constitución boliviana de 2009 para mejorar la justicia en Bolivia? ¿Es la elección directa y popular de magistradas y magistrados la causa principal del estado de crisis en el que se encuentra la justicia?
La situación en la que se encuentra el Órgano Judicial es ciertamente  de “crisis”, pero contrariamente a lo que podría imaginarse, de un modo optimista, no se trata de una crisis de cambio, de transformación o transición, sino una crisis que evidencia ser de decadencia.
Las causas (estructurales o superficiales, funcionales o presupuestarias, éticas o normativas, epidémicas o sintomáticas) de éste padecimiento ya han sido ampliamente descritas hasta el empacho. A tal exceso se las repite (corrupción, retardación, burocracia, discrecionalidad, prevaricato, anomia, formación pleitista, etcétera) que las rehuimos en cuanto las escuchamos; bajo el propio peligro, de creer por (de) efecto, que éstas no existen. Sin embargo, el problema es real, está presente y afecta principalmente a los más vulnerables dentro del sistema judicial boliviano: el pueblo.
Sin embargo, no todo lo que se señala es viejo debate. Las elecciones judiciales, la forma de designación de autoridades judiciales mediante sufragio universal, son un elemento nuevo en el debate de este tiempo. Sobre este proceso “inédito” (no en el mundo sino en Bolivia) se han concentrado, a manera de eje sobre el cual giran las principales críticas, las causas que habrían generado, incluso profundizado, el estado de crisis que hoy aqueja al Órgano Judicial. 
ELECCIÓN. Lo interesante del asunto es que los argumentos vertidos hacen referencia a males ya conocidos por todos, en esta coyuntura como en otros tiempos. Lo lamentable reside en que no se haya evidenciado reflexiones objetivas y coherentes que contribuyan al largo y recurrente debate sobre la “cuestión judicial” y, por el contrario, se haya optado por identificar y condenar, como único responsable de esta situación de “crisis”, al proceso de designación popular de magistradas y magistrados, establecidos por mandato de la Constitución boliviana.
Es cierto que la designación de jueces por sufragio popular, como nos advertía el profesor Alipio Valencia “…compromete grandemente su imparcialidad y su independencia y por eso no es aconsejable ese sistema”. Sin embargo, estos posibles peligros no significan que el camino boliviano sea equivocado.
La elección popular no era por sí misma una fórmula mágica que vaya a generar transformaciones inmediatamente. En todo caso, si alguien creyó que esto resolvería por sí mismo la profunda crisis que arrastra el Órgano Judicial desde su nacimiento, simplemente estaba equivocado.
Suponer que el cambio en la “forma” de elegir a las máximas autoridades podría resolver los problemas de “fondo” en este importante órgano de administración de justicia es un error de cálculo político, mas no constitucional. 
Tampoco es correcto juzgar a los actuales magistrados como directos responsables de la actual crisis del Órgano Judicial; a los ciudadanos que participaron en las elecciones judiciales; a la comisión de asambleístas que preseleccionaron a los candidatos o al Gobierno que impulsó la materialización de las primeras elecciones de autoridades judiciales en Bolivia, porque en ese orden de cosas, los responsables terminamos siendo “todos”, y en ese infructífero juego, al final “todos son responsables y nadie es responsable”.
“La elección directa y popular de magistradas y magistrados responde a la potestad de impartir justicia que solo puede emanar del pueblo boliviano” (CPE. Art. 178.I). Por tanto, está íntimamente ligada a la soberanía popular de la que nacen los poderes del Estado.
Modificar los artículos constitucionales que permiten la elección directa y popular de las magistradas y magistrados de los más altos tribunales de justicia del país (182.I), (188.I), (194.I) y (198), es modificar varios artículos con los cuales guarda relación y concordancia. Peor aún, significaría cuestionar las bases dogmáticas y axiológicas del Estado Plurinacional. 
El “talón de Aquiles” o “principal falla” de la gestión del Gobierno parece ser, entre lo fundamental, el Órgano Judicial. Sin embargo, la respuesta no parece encontrarse en la reforma constitucional.   
Esta crisis no es reciente y tampoco los argumentos. Pero sí los tiempos, los actores y los procesos de cambio y transformaciones. Por tanto, es indispensable, casi vital, asumir el desafío de los nuevos tiempos y proyectar nuevas salidas, nuevas respuestas ante viejos problemas, ante recurrentes males.
Twitter @escuelanfp

Rellene el siguiente formulario para suscribirse.




En Bolivia:








 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Pedro Ignacio Muiba, el héroe

Por: Homero Carvalho Oliva En 1975, mi padre, Antonio Carvalho Urey, terminó una investigación iniciada en la década de los sesenta que habría de cambiar la historia nacional. Después de muchas visitas al Archivo Nacional de Bolivia, dirigido en ese entonces por Gunnar Mendoza, extraordinario intelectual e historiador, quien le ayudó a ubicar los folios que habrían de probar toda una hazaña que da testimonio que los indígenas moxeños participaron activamente en la Guerra de la Independencia de nuestro país, al mando del cacique Pedro Ignacio Muiba. Esta investigación se publicó, primero en septiembre de 1975, en un policopiado financiado por la Universidad Técnica del Beni, en un pequeño tiraje de 200 ejemplares y luego en la famosa Biblioteca del Sesquicentenario de Bolivia. Dos años más tarde, en 1977, Antonio publicó el libro titulándolo Pedro Ignacio Muiba, el Héroe y de esa manera se reparó una injusticia histórica. En sus investigaciones, Antonio se basó, entre otros, en...

La despatriarcalización

Por: Julieta Paredes Al igual que el Seguro Universal de Salud (SUS), la despatriarcalización, como nombre para una política pública, tardó mucho, pero llegó. Entonces, en este marzo de luchas de las obreras, es necesario analizar, ¿qué es lo que realmente llegó? Fruto de una serie de movilizaciones de mujeres pertenecientes a las organizaciones sociales del proceso de cambio, se lograron algunas medidas en el Ejecutivo. Fueron movilizaciones que se realizaron a lo largo del año pasado, con encuentros departamentales. Así fue que se logró concretar un listado de demandas que más o menos se repitieron a lo largo de estos años, con algunas interesantes novedades. Entre ellas podemos señalar la exigencia del salario al trabajo doméstico y la necesidad de un espacio en el Gobierno para este sector. Algo así como un Ministerio de las Mujeres, instancia que tenga la jerarquía necesaria para efectuar las tareas que corresponden a la mitad de la población de Bolivia que somos las mu...

Idiosincrasia e ideología

Por: Félix Tarqui Triguero No son posibles las revoluciones económicas sin las revoluciones culturales porque todos aquellos contenidos que constituyen el fundamento de determinada cosmovisión propia de cada nacionalidad o sociedad pueden ayudar o frenar su avance por ser una manera de pensar de cada agrupación humana, en funcion a su historia y cultura. Así nace la idiosincrasia propia de cada pueblo, sin embargo, se enfrenta a la idiosincrasia forzada o alienante que influye día a día a las grandes masas de la población mundial de manera globalizante, en ese contexto necesitamos ver que Bolivia es un país de molde capitalista y sub desarrollado (empobrecido por la clase dominante que gobernó desde 1825 exceptuando a Antonio José de Sucre, Andrés de Santa C. hasta el 2005), La ideología como el estudio de las ideas es también un proceso de construcción critica, influenciado tan pronto el individuo se encuentra inmerso en las realidades sociales, económicas, culturales...