Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Reymi Ferreira
Es impresionante cómo todo se politiza en el país; lo
lamentable es que se arme polémica sobre la base de sofismas y conjeturas
alejadas de la realidad que nacen en la mente de algunos estrategas
desinformados que, en lugar de apoyar a su causa, terminan desacreditándola.
El censo nacional de población, que tanto costó que se
realizara este año, es motivo hoy de una polémica que, además de estéril,
desnuda la fragilidad de algunos argumentos con los que se pretende
deslegitimarlo. Se hace cuestión de Estado por el hecho de que entre las
opciones de autoidentificación no figure la palabra ‘mestizo’. De los diez
censos que se han efectuado en Bolivia, el de 1900 fue el último en que se
utilizó la categoría ‘mestizo’ como identificación racial.
En el último Censo Nacional de Población y Vivienda, de 2001,
en el punto 49, se preguntó: “¿Se considera perteneciente a algún pueblo
originario?”. Las alternativas eran ‘Si’ o ‘No’. El resultado del censo dio
como resultado que más de la mitad de los bolivianos se identificó con un
pueblo originario. En aquel entonces nadie hizo cuestión de Estado porque (al
igual que ahora) no se incluyó la opción de ‘mestizo’. El presidente en esa
época era Jorge ‘Tuto’ Quiroga, y en la cabeza de nadie podría pasar que él
fuera indigenista. En 1992 y en 1976 (dictadura de Banzer) tampoco se hizo esta
pregunta. En 2001 tampoco (por primera vez en la historia de los censos) se
incluyeron preguntas sobre religión, y nadie se rasgó las vestiduras.
En el caso del ‘mestizaje’ (que es definitivamente una
categoría biológica implantada en la época de la Colonia) no se puede
hablar de identidad cultural. ¿Qué de común tiene un mestizo potosino con un
mestizo beniano? ¿Qué cultura en común tiene un chuquisaqueño con un pandino?
En realidad, la única diferencia con el último censo es que se incluirá, este
año, la pregunta de si el encuestado se identifica con alguno de los pueblos
originarios reconocidos en la
Constitución, y la alternativa a esa pregunta, al igual que
en 2001, será el ‘No’.
La consulta sobre religión, al igual que en 2001, ha quedado excluida
de las preguntas. La razón técnica es que el censo sirve para proyectar
políticas públicas, y la religión es un tema de conciencia. Nos parece
exagerado que esta exclusión signifique una conspiración contra la Iglesia o algo parecido,
como algunos enfebrecidos opositores suponen. Pero hay que reconocer que sería
útil saber la religión a la que se adhieren los bolivianos. La religión es
parte de la cultura, es un dato estadístico de interés mundial, y la pregunta
no afectaría en nada el carácter laico del Estado de Bolivia.
Queda claro que no incorporar el término ‘mestizo’ no es maniobra de nadie, al igual que el de la pregunta sobre religión. Lo demás son especulaciones. Santa Cruz, más que ningún departamento, debe exigir que estas discusiones bizantinas no retrasen el censo, lo cual no permitirá una justa redistribución de los recursos.
Queda claro que no incorporar el término ‘mestizo’ no es maniobra de nadie, al igual que el de la pregunta sobre religión. Lo demás son especulaciones. Santa Cruz, más que ningún departamento, debe exigir que estas discusiones bizantinas no retrasen el censo, lo cual no permitirá una justa redistribución de los recursos.
(*) Abogado
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