Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Los capítulos del Capital que Marx ha dedicado a lo que se llamaría en la actualidad la “finanza” contienen los elementos teóricos que pueden completamente ser utilizados para entender la crisis actual1. Probablemente han sufrido de haber permanecido en estado de borradores, cuya lectura es frecuentemente ingrata. Constituyen, sin embargo, un eslabón esencial entre el análisis más abstracto del capitalismo y la toma en consideración de elementos de su funcionamiento concreto.
Cuando Marx expone la teoría del valor y la explotación, o estudia las condiciones de reproducción del sistema, se coloca en un mundo abstracto en el que el crédito, la finanza, los rentistas, están de alguna forma ausentes y permanecen en un segundo plano del frente a frente entre capitalistas y trabajadores. No se trata de una simplificación reductora sino de un momento en la teoría que conduce a continuación a la introducción de categorías suplementarias, tales como la renta o el interés, En este método los niveles de análisis están imbricados de forma coherente, lo que quiere decir que el estudio de la finanza debe hacerse tras la teoría del valor. En estas muy ricas páginas se puede, en el fondo, retener estas dos propuestas esenciales:
1) la finanza no crea valor y los ingresos financieros son ingresos derivados de la plusvalía;
2) las acciones constituyen un capital ficticio cuyo valor es un derecho únicamente virtual sobre la plusvalía.
La teoría del valor consiste en decir que no hay otra fuente de valor que la explotación del trabajo asalariado. No es posible “enriquecerse durmiendo” más que a condición de poder captar una parte de las riquezas producidas por otros. Sin embargo, aún hoy, y desde hace al menos veinte años, una estrecha capa social se enriquece gracias al crecimiento espectacular de los ingresos financieros. De ahí resulta una ilusión, que ya existía en la época de Marx, según la cual algunas fracciones de capital podrían valorizarse de forma separada del proceso de producción: “La concepción de que esa forma de capital es autónoma y se halla fortalecida por el hecho de que el capital prestado produce interés, sea o no efectivamente utilizado como capital”.
Marx insiste en el hecho de que se trata de una representación a la vez popular y adecuada a la cosificación del conjunto de las relaciones de producción: “en la concepción vulgar de la gente, el capital financiero, el capital a interés es considerado como capital en sí, como capital por excelencia”. En estos pasajes Marx desarrolla el concepto de fetichismo alrededor de la siguiente idea fundamental: mientras que el capitalismo es un conjunto de relaciones sociales, dicho de otra forma de relaciones entre seres humanos, su modo de funcionamiento conduce a una representación en la que el destino de los hombres (y las mujeres) es tributaria de cosas (de acá el término de cosificación), por ejemplo los “mercados financieros”: esta “capacidad del dinero o de la mercancía para hacer fructificar su propio calor –independientemente de la producción- es la mistificación capitalista en su forma más brutal”.
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ResponderEliminarcuando señala que "La teoría del valor consiste en decir que no hay otra fuente de valor que la explotación del trabajo asalariado", tal vez no sea exactamente bajo esta definición, es cierto que es producto de la apropiación de la generación de riqueza por parte del trabajo ajeno, pero no es lo mismo que del trabajo asalariado, por que no es la única forma de apropiación, ej. la terciarizacion del trabajo
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