Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
JEAN ZIEGLER DICE QUE ESPAÑA NO DEBE PAGAR LA DEUDA El vicepresidente de la Comisión de DDHH de la ONU propone "ocupar y nacionalizar la banca"
Jean Ziegler, vicepresidente del consejo consultivo de la Comisión de DDHH
de la ONU. (Reuters)
Iván Gil - 23/05/2012 - El
Confidencial
“Vivimos en un orden mundial criminal y
caníbal, donde las pequeñas oligarquías del capital financiero deciden de forma
legal quién va a morir de hambre y quién no. Por tanto, estos especuladores financieros deben
ser juzgados y condenados, reeditando una especie de Tribunal de Núremberg”. Con esta aplastante
contundencia despacha Jean Ziegler, vicepresidente del Consejo
consultivo de Derechos Humanos de la ONU , su particular análisis del actual
momento histórico.
La dilatada trayectoria diplomática de este
profesor emérito en la Universidad de Ginebra y comprometido analista
internacional, que fue relator especial de la ONU para el Derecho a la
Alimentación durante ocho años, impide que le tiemble la voz a la hora de
señalar con el dedo inquisidor a los ‘culpables’ de la crisis sistémica. “No
puede ser que en un planeta con los recursos agroalimentarios suficientes para
alimentar al doble de la población mundial actual, haya casi una quinta parte
de sus habitantes sufriendo infraalimentación”. En su último libro Destrucción
Masiva. Geopolítica del hambre (Península), que Ziegler presentó ayer
en Madrid, pone sobre la mesa una serie de cuestiones molestas de las que otros
diplomáticos ni siquiera se atreven a hablar en los pasillos de la ONU. Unas
críticas irreverentes que ya ventiló en otros trabajos como El hambre
en el mundo, Los nuevos amos del mundo y aquellos que se le
resisten, El imperio de la vergüenza o El odio a
Occidente. “Hay
que multiplicar rápidamente las fisuras en el muro capitalista para derrumbarlo
y crear un nuevo orden mundial más justo”.
Su receta para revertir esta situación es,
si cabe, tan radical o más que su tesis sobre la generación de las
desigualdades: “Ocupar
masivamente los bancos, nacionalizarlos y confiscar las arrogantes riquezas
robadas por los especuladores financieros”. Una extremista postura que lo lleva
incluso a criticar la incapacidad de movimientos de la sociedad civil como el
15M en España u Occupy Wall Street en Estados Unidos. “Reconozco que son símbolos
importantes y que han logrado la simpatía de la sociedad, pero todavía son
insuficientes para quebrar la actual relación de fuerzas si no desembocan en
una huelga general. Hay
que darse cuenta de que en el orden mundial reina una violencia estructural que
se debe combatir con una contraviolencia basada en la resistencia pacífica”.
La migración de los grandes fondos
especulativos a los mercados de materias primas, principalmente de la
agroalimentación, la cual creció exponencialmente en el trienio 2005-2008 como
explica Ziegler en su último libro, “es el origen de esta crisis genocida
porque han disparado el precio de los alimentos básicos”. A pesar de la ‘destrucción
masiva’ conceptualizada por Ziegler, el diplomático exhibe su característico
optimismo de luchador a contracorriente y asegura que esta situación creará la
conciencia social necesaria para “multiplicar rápidamente las fisuras en el
muro capitalista, que acabarán derrumbándolo y creando un nuevo orden mundial”.
La insurrección será por el hambre o no
será
El primer paso, explica, es darse cuenta de
que “los criminales financieros son el enemigo común de los europeos, de los
africanos y del resto de la población que sufre de hambre y desempleo en el
mundo. Unos
oligarcas que monopolizan los beneficios y privatizan los servicios y
recursos”. Para Ziegler, esta toma de conciencia será el advenimiento de
una nueva forma de solidaridad internacional entre todos los pueblos,
que posteriormente se transformará en un “frente de resistencia
intercontinental”. La
lucha de clases es absolutamente inevitable porque no se puede mantener el
sufrimiento de forma permanente.
Un convencimiento “total”, pero que se
transforma en duda cuando se le pregunta por los riesgos y los pilares sobre
los que se fundará este alzamiento popular. “Es un misterio, no puedo
hablar de la revolución porque se trata de la libertad liberada en las personas
y los procesos revolucionarios son imposibles de prevenir porque tienen sus
propias leyes y no son conocidas”.
Lo que sí tiene claro Ziegler es que la
insurrección, como ha ocurrido en la mayoría de estos procesos a lo largo de la
historia, se producirá por el hambre.“La
hambruna ya es una realidad en las banlieues parisinas y el
pueblo español también está sufriendo la pobreza, como el resto de Europa”. En
este contexto, indica, la lucha de clases es “absolutamente inevitable porque
las oligarquías capitalistas no serán capaces de reeditar el genocidio
americano de los indios, ya que es imposible matar a todo un país como España y
hacerle aceptar permanentemente las cadenas”.
“España no
debería pagar su deuda porque es delictiva e ilegítima”
Las “cadenas” a las que retóricamente se
refiere este diplomático de la ONU estarían impuestas por las políticas
económicas de la austeridad, que califica como “absurdas y
destructoras”. Los teóricos del neoliberalismo, añade, “nos han hecho creer que
hoy en día la austeridad es la única política posible, pero sólo se aplica a la
clase trabajadora y nunca a los banqueros. Estas políticas tienen un
límite objetivo y no van a resolver los problemas”. Hollande y Obama
deben formar una alianza en favor de las políticas económicas del crecimiento
En contraposición a estas recetas
neoliberales, Ziegler defiende unas políticas centradas en el crecimiento. Esta
es la única esperanza que deposita en los representantes políticos, aunque
matiza que de forma “extremadamente leve”. Sus protagonistas no podrían ser
otros que François Hollande y Barack Obama. “Ambos
deben formar una alianza por el crecimiento basada en la inversión pública, el
incremento del salario mínimo, las prestaciones sociales, la búsqueda del pleno
empleo y la lucha contra la desindustrialización”.
Para el vicepresidente del consejo
consultivo de Derechos Humanos de la ONU estas políticas no son la solución
final si
no van acompañadas de un despertar de la sociedad civil y, sobre todo, del
impago de la deuda. “Los dirigentes españoles deben hacer lo mismo que ha hecho
Rafael Correa en Ecuador, es decir, negarse a pagar la deuda, cuya amortización
ya es altísima, porque es odiosa e ilegítima. Esto es, se ha creado, en gran
parte, por la delincuencia financiera y la corrupción política, sin
materializarse en inversiones reales”.
Una perspectiva que lo lleva incluso a
cometer el atrevimiento de recomendar a los españoles que objeten en la
declaración de la renta al porcentaje del gasto dedicado a la deuda pública.
Una campaña lanzada desde el 15M que califica de “necesaria, inteligente y
eficaz”. Todos estos elementos en su conjunto, unidos a la inflación, podrán
acabar con las “deudas injustas”.
Refundar la ONU para instaurar un nuevo
orden mundial
La Organización de las Naciones Unidas debe
tener un papel central en el futuro escenario mundial. Como explica Ziegler, la
ONU se fundó con el objetivo principal de defender el interés general de los
pueblos y promulgar los principios recogidos en la Carta de los Derechos
Humanos. Sin embargo, “los mercenarios han pervertido su papel y destruido su
credibilidad moral”. Entre ellos, no duda en señalar al exsecretario general Ban
Ki-Moon o al presidente del consejo de selección de los relatores, el
hondureño Roberto Flores, “quien apoyó el golpe de Estado en su
país en 2009” . Los mercenarios han pervertido el papel de la ONU y destruido
su credibilidad moral.
Para Ziegler, la refundación de esta
organización pasa por imprimirle “mucha más democracia” eliminando el poder de
veto de las naciones integrantes del Consejo de Seguridad, limpiándola de
“golpistas” y eliminando las prebendas del FMI y el BM. El
neoliberalismo delictivo, concluye el diplomático, debe acabarse ya.
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