Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Darío
Aranda
Un
informe de organizaciones alemanas muestra cómo unas pocas corporaciones manejan
el sistema alimentario del planeta. El agronegocio y la complicidad de los
gobiernos. El caso argentino: los pueblos fumigados y la expulsión de Monsanto
de una localidad cordobesa.
El
informe apunta a cuatro empresas que dominan el mercado de semillas y
agrotóxicos.
Un
puñado de empresas de Estados Unidos, Europa y China decide qué produce el agro
mundial, cómo se alimenta la población y, al mismo tiempo, cómo se enferma y
empobrece. Son algunas de las definiciones del “Altas del agronegocio”, una
investigación de fundaciones alemanas que denuncia con nombres propios el
accionar de las compañías y la complicidad de los gobiernos. El trabajo también
derriba el mito de las multinacionales agrícolas: “El agronegocio (de
transgénicos y agrotóxicos) no puede conservar al medio ambiente ni la
subsistencia de productores, y tampoco puede alimentar al mundo”.
La
investigación denuncia el accionar de las empresas del agro, cerealeras,
multinacionales de la alimentación y supermercados. De Alemania apuntan al
accionar de Bayer y Basf; de Estados Unidos a Bunge, Cargill, Coca Cola, Dow,
DuPont, Kraft y Monsanto. De Gran Bretaña a la multinacional Unilever; de
Franca a Danone y Carrefour; de China a ChemChina y Cofco; de Suiza a Glencore,
Nestlé y Syngenta; de Países Bajos a Louis Dreyfus y Nidera. De Argentina
aparecen las empresas Los Grobo, Don Mario, Biosidus y Cencosud (Vea, Jumbo y
Disco), entre otras.
El
trabajo fue realizado por las fundaciones Heinrich Böll, Rosa Luxemburgo,
Amigos de la Tierra Alemania (BUND), Oxfam Alemania, Germanwatch y Le Monde
Diplomatique. Sindica como “el moderno latifundio” al modelo de agronegocio,
que desde finales del siglo XX avanzaron con la llamada agricultura industrial,
de monocutltivos (principalmente palma aceitera, maíz y soja).
Apunta
a cuatro empresas que dominan el mercado de semillas y agrotóxicos: Bayer (que
en 2018 cerró la compra de Monsanto), ChemChina-Syngenta, Brevant (Dow y
Dupont) y Basf. En 2015 facturaron 85.000 millones de dólares y, según proyecciones
de Bayer, llegarán 120.000 millones en 2025.
Cuestiona
que las empresas del sector hayan asumido poca responsabilidad por las
consecuencias de su accionar, que repercutió en el “el hambre, el cambio
climático, la sostenibilidad, la enfermedad y la injusticia”.
La
investigación cuenta con un capítulo titulado “La república unida de la soja”
(en base a una publicidad de la multinacional Syngenta, que así llamó a
Argentina, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Brasil). “El papel de Argentina en la
promoción del modelo agrícola industrial transgénico fue crucial. Representó la
cabecera de playa de esta expansión para la industria semillera y agroquímica
mundial”, afirma.
Explica
que jugó un rol clave el eje gubernamental. Denuncia la complicidad de la
Comisión Nacional de Biotecnología (Conabia), el Servicio de Sanidad y Calidad
Agroalimentaria (Senasa), la Secretaría de Agricultura y el Instituto Nacional
de Tecnología Agropecuaria (INTA). A más de 20 años aprobar la primera soja
transgénica, los mismos organismos aún bendicen los transgénicos y agrotóxicos
en base a estudios de las mismas empresas que los producen y venden.
El
trabajo también denuncia el rol de “pseudo-organizaciones técnicas” que
publicitan las bondades del modelo pero ocultan las consecuencias. Señala a la
Asociación de Productores de Siembra Directa (Aapresid), Asociación de
Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea) y las fundaciones
Fertilizar y Producir Conservando. Afirma que el modelo agropecuario actual es
una “agricultura minera” que extrae nutrientes de los países sudamericanos y
genera enormes impactos ambientales.
Precisa
el rol de empresas que suelen pasar desapercibidas en el debate del agro
mundial: las exportadoras o, como llamó el periodista Dan Morgan, “traficantes
de granos”. Cuatro transnacionales dominan el sector: Archer Daniels Midland
(ADM), Bunge, Cargill y Louis Dreyfus. Juntas son conocidas como el “Grupo
ABCD”. Su participación en el mercado mundial es del 70 por ciento. En los
últimos años se sumó al grupo la china Cofco.
El
mercado de alimentos también está en muy pocas manos: 50 grupos empresariales
facturan la mitad de las ventas mundiales. Las diez principales (sin incluir el
sector bebidas) son Nestlé (Suiza), JBS (primer proveedor de carne mundial, de
Brasil). Del tercero al sexto lugar son empresas de Estados Unidos: Tyson
Foods, Mars, Kraft Heinz, Mondelez. Le siguen Danone (Francia), Unilever (Gran
bretaña) y las estadounidenses General Mills y Smithfield.
“Con
la expansión de los consorcios multinacionales se modifican los hábitos
alimenticios. Los alimentos poco procesados son sustituidos por los ultraprocesados.
El sobrepeso, la diabetes y las enfermedades crónicas son sólo algunas de las
consecuencias”, alerta la investigación, que se presentó en Europa, Brasil y
Argentina, y contó con la participación local del Grupo de Ecología del Paisaje
y Medio Ambiente (Gepama) de la UBA.
También
destaca la urgente necesidad de fortalecer mediante políticas públicas la
agroecología (un modelo sin transgénicos ni agrotóxicos, con rol protagónico de
campesinos, indígenas y pequeños productores) y resalta dos acciones históricos
contra las multinacionales: el boicot mundial contra Nestlé (entre 1977 y 1984)
por su engañosa publicidad de leche en polvo para bebés y la lucha de los
pueblos fumigados de Argentina, que son la prueba viva de los impactos de los
agrotóxicos en la salud y al mismo tiempo impulsan modelos de producción sin
venenos. Recuerda la epopeya de la localidad de Malvinas Argentinas (Córdoba),
que luego de cuatro años de resistencia echó a Monsanto de su territorio.
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