Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Esteban Ticona
El domingo pasado, en ocasión del partido Blooming vs. Wilstermann jugado en el estadio Tahuichi Aguilera de la ciudad de Santa Cruz, aficionados enunciaron desde las tribunas insultos y gestos racistas contra el jugador Serginho, quien decidió retirarse de la cancha a los 85 minutos de juego. Se trató de una acción insólita, pues nunca antes en el fútbol profesional boliviano algún jugador había abandonado la cancha por racismo y sin pedir permiso al árbitro.
Es preciso intentar hilar más fino sobre lo sucedido. El jugador brasileño Serginho ya protagonizó acciones polémicas en otros partidos por acciones similares. Algunos medios difundieron ligeramente la declaración del director técnico de Blooming, Erwin Sánchez, quien manifestó haber sido insultado por Serginho antes de su abandono de la cancha con la frase “Boliviano de mierda”. Otro jugador de Blooming declaró que Serginho lo trató de indio…, en fin.
Resulta importante aclarar que Serginho no es ningún santo, pues en muchos partidos ha provocado a sus colegas en la cancha y también a los aficionados. Calificarnos de “bolivianos de mierda” e “indio…” es absolutamente detestable. Estas acciones no deberían pasar desapercibidas. Las autoridades nacionales deberían iniciar de oficio una investigación, y si se constatan las denuncias de insultos racistas de una y otra parte, los responsables deberían ser sancionados como manda la ley.
Dirigentes de la Federación Boliviana de Futbol (FBF) se lavan las manos indicando que hay una “norma clara” y que los clubes son los que tienen que denunciar ante los tribunales deportivos, y éstos a su vez deben actuar en consecuencia. El presidente de la FBF dijo que ya es tiempo de ejecutar lo que está normado, ¿cuándo? Dijo textualmente: “En su momento les recomendamos a los clubes que puedan mejorar el tema de seguridad (para que) cuando los hinchas empiecen a gritar frases discriminatorias, esté atenta la Policía y agarre al infractor, pero casi nadie hace eso”. ¿Sera tan fácil proceder como dice el presidente de la FBF? ¿Qué sucede si una colectividad insulta racialmente y hacen ademanes con el cuerpo como si fuesen monos o gorilas? ¿Es muy difícil identificar a los agresores mimetizados en la muchedumbre y procesarlos? Sobre el caso, han dicho que esperan un informe confidencial de los árbitros sobre lo sucedido. ¿Cómo?, si el acto fue público por qué esperar protocolos secretos.
La FBF es la que tiene que encabezar la cruzada antirracista, porque es la cabeza del fútbol privado del país. Existe la Ley 045 Contra el Racismo y toda Forma de Discriminación en el país, promulgada en 2010. Debería aplicarse esta ley por encima de cualquier otra norma menor. Cabe analizar, ¿cómo hacerlo?, en medio de un espectáculo deportivo donde están presentes miles de aficionados.
Es importante mencionar la actitud de algunos relatores deportivos, quienes al respecto comentaron que los “jugadores saben a qué se están metiendo”. ¿Qué quieren decirnos con esta frase? ¿Que los jugadores están expuestos a ser racializados y que no deben decir nada? Creo que falta aprender palabras, frases adecuadas y mejor si se capacitan de lo que es el racismo y sus múltiples formas de desacreditación, pues lo contrario significa avalar actitudes y prácticas segregacionistas.
Creo que falta una mayor educación en el país para combatir el racismo y toda forma de discriminación. Aditamentos como la instalación de más cámaras de vigilancia o más policías para controlar los partidos de fútbol siempre serán complementarios para un real combate antirracista. Janiwa akch’as waliki. Una mat’aqirinakaruxa jan jaqirjamakiw uñjapxi, ukaw jan walikiti.
* Aymara boliviano, doctor en Estudios Culturales Latinoamericanos y docente en la UMSA
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