Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por:
Lucía Converti y Sergio Martín-Carrillo
La
campaña electoral en Brasil ha estado contagiada de un clima enrarecido debido
al conflicto político surgido tras el golpe contra la presidenta electa Dilma
Rousseff y el posterior impedimento para que el expresidente Lula concurriera a
las elecciones. A pesar de la centralidad de este conflicto y el de la enorme
corrupción que ha afectado a políticos de todos los sectores en los últimos
años, el deterioro de la economía es el otro gran tema que tendrá que abordar
el próximo Ejecutivo que salga de las urnas.
La
situación de la economía brasileña recuperó levemente la senda del crecimiento
en el año 2017, a costa de las condiciones de vida de las grandes mayorías que
han visto cómo, en los últimos años, ha empeorado su situación socioeconómica.
Según los datos de la Fundación Getúlio Vargas, a finales de 2017 un total de
23,3 millones de personas vivían bajo la línea de la pobreza, lo que supone
6,27 millones más que a finales del año 2014 (un incremento del 33%). En total,
14,83 millones de brasileños vivían en el año 2017 con menos de 137 reales
(unos 38,2 dólares) per cápita, según los datos tenidos por LCA Consultores y
publicados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (Ibge).
Capacidad
de gestión
La
propuesta económica del Partido dos Trabalhadores (PT) retoma las bases de los
gobiernos de Lula, poniendo el foco en aquellas trabas no resueltas de la
economía de Brasil y apostando por un nuevo impulso desarrollista que rompa con
la escalada de deterioro de las condiciones de vida experimentado por el pueblo
durante los últimos años. El Nuevo Proyecto de Desarrollo está enfocado en una
dimensión territorial con el propósito de mejorar la calidad de vida y la
generación de oportunidades para todxs. Comprometido con el desarrollo
sustentable, social y ambiental [1].
El
encargado de liderar este proyecto una vez se confirmó la imposibilidad de
concurrir a las elecciones de Lula es Fernando Haddad, acompañado por Manuela
D’Ávila, candidata a la vicepresidencia. Haddad es un hombre de confianza del
expresidente Lula, que se incorporó a su gabinete ministerial en el año 2005 al
frente de la cartera de Educación. Según el Banco Mundial, al concluir su
mandato, Brasil era el país con mayores avances, en ese periodo, en el aumento
de la escolaridad; los avances en la democratización de la enseñanza
universitaria también fueron muy destacados. Tras ser uno de los ministros
mejor valorados, dio el salto a la política local en la que fue elegido como
alcalde de Sao Paulo, registrando un apoyo del 55,94% en las elecciones de
2012. Los ejes de acción de su Gobierno se centraron en la mejora de la
movilidad urbana y la disminución de los congestionamientos del tráfico,
ampliando las ciclovías y creando nuevas líneas de ómnibus.
Las
propuestas económicas del Partido dos Trabalhadores (PT)
El
modelo que encabeza Haddad al frente del PT apunta a reactivar el gigante
potencial de consumo de Brasil a partir de la expansión del gasto en obras que
generarán empleo y riqueza. Esta política será acompañada por tasas bajas que
permitan ordenar las cuentas de las empresas y hogares para un nuevo ciclo de
consumo, producción e inversión.
El
Banco Central no sólo controlará la inflación, sino que adoptará como uno de
sus objetivos la generación de empleo, abandonando la idea de que debe ser una
institución independiente. El tipo de cambio será intervenido para mantener un
tipo de cambio competitivo pero que permita el desarrollo industrial.
La
restricción externa, como problema estructural, será uno de los principales
temas con los que lidiar, y para ello existen algunos proyectos en marcha en el
marco de la integración con los BRICS, como el fondo de reservas (ACR) y el
Nuevo Banco de Desarrollo (NBD).
Como
política externa también retomará la agenda de los gobiernos de Lula y Dilma
por la multipolaridad y las instancias de integración regional de Mercosur,
UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas), CELAC (Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños) y el plan del Banco del Sur, así como la
revitalización de su participación en los BRICS. La vuelta a las relaciones de
Cooperación Sur-Sur que colocaron a Brasil como uno de los líderes mundiales de
la diplomacia multipolar, se atisba como otro de los principales ejes de la
acción exterior de su eventual Gobierno.
Su
plan queda concretado en dos partes: un Plan de Emergencia y un Plan
Estructural, cuyo objetivo común es el de revertir las condiciones que el
Gobierno de Temer impuso a la economía, y que profundizaron la crisis, el
estancamiento económico y el deterioro de las condiciones de vida de la mayor
parte de la población brasileña.
Plan
de emergencia
En
este sentido los primeros pasos son, derogar las leyes que limitan la
ampliación del gasto por 20 años, derogar la reforma laboral tercerizadora y
precarizadora impuesta por Temer, detener las políticas de privatización y
recuperar el pre-sal de los intereses de empresas internacionales para
devolvérselo al pueblo.
Las
primeras medidas serán: 1) regular las tasas bancarias sumamente abusivas; 2)
activar el programa de empleo Mi empleo de nuevo y; 3) reanudar la
transferencia de renta a los hogares como el programa Bolsa Familia. Será
esencial, en este sentido, reanudar las obras en los municipios para retomar la
actividad.
Plan
estructural
Este
plan tiene dos desarrollos paralelos también, uno referido a las
características del modelo de desarrollo, su financiación y reforma de
estructuras estatales y, el otro, un destacado impulso a la inversión en
innovación y ciencia para concretar el proyecto de desarrollo.
Uno
de los ejes principales en que se delimita el programa comprende una política
nacional de desarrollo regional y territorial que permita la inclusión
productiva y elimine las desigualdades.
En
términos laborales se destacan la elaboración de un nuevo estatuto de Trabajo
que se adapte a las nuevas exigencias a nivel internacional con programas de
formación a lo largo de toda la vida laboral. Creación de un programa de
Salario Mínimo Fuerte que garantice la movilidad por inflación pero también
tenga un crecimiento real que permita que el motor del consumo siga
funcionando. Una innovación interesante es la mención de la necesidad de
debatir la reducción de la jornada laboral. Asimismo, la promoción de la
economía social es considerada fundamental para el acceso de todxs al empleo y
al ingreso dignos.
Uno
de los planes centrales para impulsar la inversión es la democratización del
acceso al crédito y la competencia bancaria para eliminar el alto spread de
tasas. En este sentido, el equipo de Haddad propone una Reforma Bancaria que
consiste en introducir cuotas de cartera para créditos productivos por bancos y
una disminución de impuestos para aquellos bancos que reduzcan las tasas, que a
su vez estarán compitiendo con las tasas de los bancos públicos e instituciones
de créditos regionales.
Los
servicios públicos de calidad serán fundamentales para garantizar el bienestar
social. En este sentido, se hace énfasis en la necesidad de una reforma
tributaria progresiva, simple, eficaz en la recaudación y transición ecológica
que permita llevar adelante esta propuesta. Una de las medidas propuestas en
este sentido es el Impuesto de Renta Justo que prevé que no se pague el
impuesto hasta 5 salarios mínimos y aumentará las alícuotas a los más ricos.
También una tributación directa sobre lucros y dividendos, y la implementación
de una política de IVA que sustituya la estructura de impuestos indirectos
actual.
A
nivel productivo se plantea una reindustrialización de Brasil. La industria es
considerada un sector clave para el desarrollo, ya que ofrece empleos de
calidad, aumento de la productividad del trabajo, y necesaria innovación
tecnológica. Para ello el Estado estará presente mediante la inversión pública
en sectores estratégicos como la industria del petróleo, gas, petroquímica,
sectores de bienes de capital y defensa. La Inversión extranjera directa será
estimulada y dirigida por el Estado. La igualdad salarial por género, color y
las oportunidades para los discapacitados son, a su vez, propuestas
trasversales a todo el proyecto.
Estos
son los grandes ejes del programa económico del PT que buscará retomar la línea
mantenida en los dos gobiernos de Lula y el primer mandato de Dilma, para romper
con el deterioro de las condiciones de vida sufridas por el pueblo brasileño en
los últimos años.
[1]
Plan de Gobierno.
https://www.obrasilfelizdenovo.com/materiais/Plano_de_Governo_HADDAD_13.pdf
Publicado en Centro Latinoamericano de Geopolítica (CELAG)
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