Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Entre el congreso de la COB y el nuevo Gabinete
Por: Alfredo Rada
Más de una semana de espera,
varias disputas internas que hasta llegaron al pugilato y, finalmente, las
decisiones. Después de seis años, el mismo tiempo que lleva Evo Morales en
Palacio, la Central Obrera Boliviana realizó su XV Congreso en Tarija. Esa COB
que el año 2006 dudó en apoyar al proceso de cambio, pero luego –los años 2007
y 2008- participó abiertamente de él, sumando su fortaleza simbólica y
capacidad de convocatoria al de otras organizaciones aglutinadas en la
Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam). El pico más alto de las
movilizaciones de masas convocadas por la COB y la Conalcam para apoyar las
transformaciones sociales y políticas, fue la multitudinaria marcha de octubre
de 2008 exigiendo el referéndum que finalmente aprobó en las urnas la nueva
Constitución Política del Estado.
Pero luego del más grande triunfo
popular –la puesta en vigencia del nuevo texto constitucional- comenzó el
distanciamiento entre la central sindical y el gobierno; mientras aquélla
retornaba al salarialismo diluyendo su capacidad de incidencia estratégica,
éste priorizaba la gestión de corto plazo perdiendo el impulso transformador.
El distanciamiento se convirtió en confrontación los dos últimos años, agravado
en diciembre de 2010 por el denominado “gasolinazo”, una medida que la COB
convocó a resistir en las calles hasta forzar su anulación.
El retorno
político de la clase obrera
Lo más importante del XV Congreso
de la COB es el renovado protagonismo obrero que, desde los socavones de
Huanuni, propuso al cónclave laboral una Tesis Política que delinea con
precisión la continuidad entre los cambios democráticos y las transformaciones
económico-estructurales, en párrafos tan interesantes como este: “Para nosotros
la lucha antiimperialista tiene un único contenido: la lucha por el Socialismo.
Diariamente se viene especulando que el nacionalismo u otra tercera vía, es
ajeno tanto al capitalismo como al socialismo. Se insinúa que es una política
neutra entre ambos extremos, que llega a su punto culminante bajo la forma de
capitalismo de Estado. Algunos teóricos de esta tendencia sostienen que América
Latina puede lograr su pleno desarrollo económico siguiendo el llamado ‘modelo
nacional del capitalismo de Estado’, por la conciliación del capital privado
con la economía estatal. Ambas formas de economía, al no salir del área del
sistema capitalista, concluyen consolidando nuestro atraso y dependencia.”
¡Exacto! Los obreros le están
enseñando economía política marxista a la adocenada intelectualidad que hoy
deambula por los pasillos del poder.
En el Congreso cobista –que
concluyó demandando la inmediata nacionalización de las minas que están bajo
control de las empresas transnacionales- hubo también una reacción de la base
laboral contra la burocracia dirigencial representada por Pedro Montes.
Terminaron eligiendo como secretario ejecutivo a Juan Carlos Trujillo, un
minero de 33 años de edad. Es el dirigente más joven desde que Juan Lechín, con
37 años, asumiera el 18 de abril de 1952 la máxima cartera en la fundación de
la COB. La elección de Trujillo puede ser el inicio de una saludable
renovación, no exenta sin embargo de algunos lastres como Jaime Solares, que
fue agente de los servicios de represión de la última dictadura militar.
El nuevo
Gabinete
En La Paz y casi coincidiendo en
el tiempo con el evento sindical, el presidente Evo Morales hizo ajustes a su
equipo ministerial. Optó por mandar una señal a la población urbana
juramentando a profesionales de la clase media en la mayoría de los
ministerios. En los seis años de gobierno, éste es el gabinete con menor
presencia indígena y obrera, incluso en un ministerio tan simbólico como el de
Justicia. En descargo de este caso particular se podrá decir que nunca como hoy
hubo tantos magistrados indígenas y mujeres al frente del poder judicial.
El cálculo en Plaza Murillo es
correcto: en las ciudades se ha producido el mayor desgaste gubernamental y es
allá también que se concentra más del 60% del padrón electoral, por lo que
recuperar fuerza política urbana es algo en lo que se juega la continuidad del
proceso y del propio gobierno.
Es también un acierto el
fortalecimiento del gabinete político incorporando a Juan Ramón Quintana en el
Ministerio de la Presidencia y designando a Carlos Romero en el de Gobierno.
Este recambio de piezas tiene por objetivo superar la debilidad en la
prevención y resolución de conflictos, pero en estas asignaturas no está demás
recordar que el trabajo de un par de personas no será suficiente, si es que no
funciona la coordinación con los sectores sociales y el apoyo de una estructura
política nacional (tendría que ser el Movimiento al Socialismo, MAS) como
pilares de gobernabilidad.
El riesgo que corre Quintana,
como en su momento le pasó a Sacha Llorenti, es que termine concentrando la
carga negativa de segmentos importantes de la población. Está claro que los
partidos de oposición y algunos medios de comunicación intentarán convertir
este rechazo en un nuevo factor de desgaste para el presidente.
¿Por qué funcionó el equipo
ministerial del 2007 al 2009, ése al que Evo calificó como “gabinete
histórico”? No fue por lo brillante de sus componentes individualmente
considerados, sino porque se trataba de un equipo cohesionado por el liderazgo
político del propio presidente, por la claridad programático-estratégica y por
el apoyo popular movilizado a las reformas estructurales.
Este año que inicia hay que
recuperar programa y pueblo, lo que sólo se puede hacer planteando al país
nuevas y más profundas transformaciones y acumulando la fuerza social necesaria
para implementarlas. “Debemos escuchar al pueblo”, decía el canciller David
Choquehuanca en su discurso el día de la posesión del nuevo gabinete, esta es
la receta. Las soluciones no vendrán de la mano de técnicos convertidos en
ministros que, lejos de aportar al programa revolucionario, acentuarán la
tendencia a administrar el actual estado de cosas.
La Paz, 27 de enero de 2012
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