Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Parte III
Por: Max Blumenthal (Traducción de Rebeca González)
El
padrino croata de Camacho y agente de poder separatista
Branko
Marinkovic es un importante terrateniente que aumentó su apoyo a la
oposición de derecha después de que algunas de sus tierras fueron
nacionalizadas por el gobierno de Evo
Morales. Como presidente del Comité
Pro-Santa Cruz, supervisó las operaciones del motor principal del
separatismo en Bolivia.
En una carta de 2008 a Marinkovic, la Federación Internacional de Derechos Humanos denunció al comité
como “actor y promotor del racismo y la violencia en Bolivia”.
El grupo de derechos humanos
agregó que “condena la actitud y los discursos secesionistas, sindicalistas y
racistas, así como los llamamientos a la desobediencia militar, de los cuales
el Comité Cívico Pro-Santa Cruz es uno de los principales promotores”.
En 2013, el periodista Matt Kennard informó de que el gobierno
de los Estados Unidos estaba trabajando
en estrecha colaboración con el Comité Pro-Santa Cruz para alentar la
balcanización de Bolivia y socavar a Morales. “Lo que ellos [los Estados Unidos]
presentaron fue cómo podrían fortalecer los canales de comunicación”, dijo el
vicepresidente del comité a Kennard. “La embajada dijo que nos ayudaría en
nuestro trabajo de comunicación y que tiene una serie de publicaciones en las
que exponían sus ideas”.
En una descripción de 2008 de Marinkovic, el New York Times reconoció las corrientes subterráneas extremistas
del movimiento separatista de Santa Cruz que presidió el oligarca. Describió el
área como “un bastión de grupos abiertamente xenófobos como la Falange
Socialista Boliviana, cuyo saludo de mano se inspira en la Falange fascista del
ex dictador español Franco”.
La Falange Socialista Boliviana fue un grupo fascista que proporcionó
refugio seguro al criminal de guerra nazi Klaus
Barbie durante la Guerra Fría. Ex-experto en tortura de la Gestapo, Barbie fue reutilizado por la CIA a través de su programa Operación Cóndor para ayudar a exterminar
al comunismo en todo el continente. A
pesar de su nombre anticuado, como los nacionalsocialistas alemanes, este grupo extremista de extrema derecha
era violentamente antiizquierdista, comprometido a matar a los socialistas.
La Falange Boliviana llegó al
poder en 1971 cuando su líder, el general Hugo Banzer Suárez, derrocó al
gobierno izquierdista del general Juan José Torres Gonzales. El gobierno de
Gonzales enfureció a los líderes empresariales al nacionalizar las industrias y
se puso en su contra a Washington al expulsar al Cuerpo de Paz, al cual
consideró un instrumento de penetración de la CIA. La administración de Nixon
inmediatamente le dio la bienvenida a Banzer con los brazos abiertos y lo
cortejó como un baluarte clave contra la propagación del socialismo en la
región. Un comunicado especialmente irónico de 1973 aparece en Wikileaks
mostrando al Secretario de Estado Henry Kissinger agradeciendo a Banzer por
felicitarlo por su Premio Nobel de la Paz.
El
legado golpista del movimiento persistió durante la era de Morales a través de
organizaciones como la UJC y figuras como Marinkovic y Camacho.
The
Times señaló que Marinkovic también apoyó las actividades de la UJC,
describiendo al grupo fascista como “un brazo casi independiente del comité dirigido
por el Sr. Marinkovic”. Un miembro de la junta de la UJC le dijo al
periódico estadounidense en una entrevista:
“Protegeremos a Branko con nuestras propias vidas”.
Marinkovic ha
defendido el tipo de retórica nacionalista cristiana familiar para las
organizaciones de extrema derecha de Santa Cruz, llamando, por ejemplo, a una
“cruzada por la verdad” e insistiendo en que Dios está de su lado.
La
familia del oligarca proviene de Croacia, permitiéndole tener doble
ciudadanía. Marinkovic ha sido
perseguido por rumores acerca de que los miembros de su familia estuvieron involucrados en el poderoso movimiento
fascista Ustacha de Ucrania.
El Fuhrer Adolph Hitler se encuentra con el fundador de Ustacha Ante Pavelić en 1941
La Ustacha colaboró abiertamente con los ocupantes
nazis alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Sus sucesores volvieron al
poder después de que Croacia declarara
su independencia de la ex Yugoslavia, antiguo país socialista que fue
balcanizado intencionalmente en una guerra de la OTAN, de la misma manera que Marinkovic
esperaba que Bolivia lo fuera.
Marinkovic niega que su familia
fuera parte de la Ustacha y afirmó en una entrevista con el New York Times que
su padre luchó contra los nazis, pero incluso algunos de sus simpatizantes son
escépticos. Un analista de los Balcanes
de la firma de inteligencia privada Stratfor, que trabaja en estrecha
colaboración con el gobierno de los Estados Unidos y es conocida popularmente
como la “CIA en la sombra”, elaboró un
perfil de antecedentes generales sobre Marinkovic,: “Todavía no conozco su
historia completa, pero yo apostaría mucho dinero a que los padres de este tipo
son de primera generación (su nombre es demasiado eslavo) y que eran
simpatizantes de la Ustacha que huían de los comunistas de Tito después de la
Primera Guerra Mundial”.
El analista de Stratfor extrajo
un artículo de 2006 del periodista Christian Parenti, que había visitado a
Marinkovic en su rancho en Santa Cruz. La “reforma agraria de Evo Morales podría
conducir a una guerra civil”, advirtió Marinkovic a Parenti en el inglés con
acento texano que aprendió mientras estudiaba en la Universidad de Texas.
Hoy, Marinkovic es un ferviente
partidario del líder de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, cuya única
queja sobre el dictador chileno Augusto Pinochet fue que “no mató lo
suficiente”.
Marinkovic también es un
admirador público de la oposición de extrema derecha de Venezuela. “Todos somos Leopoldo”, tuiteó en apoyo de
Leopoldo López, quien ha estado involucrado en numerosos intentos de golpe de
estado contra el gobierno izquierdista electo de Venezuela.
Si bien Marinkovic negó cualquier papel en la actividad militante armada en
su entrevista con Parenti, en 2008 fue
acusado de desempeñar un papel central en un intento de asesinar a Morales y
sus aliados del partido Movimiento al Socialismo.
Menos de dos años antes de que se
desarrollara la trama, le dijo al New York Times: “Si no hay una mediación
internacional legítima en nuestra crisis, habrá confrontación y,
desafortunadamente, será sangriento y doloroso para todos los bolivianos“.
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