Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
W.
Abraham Pérez Alandia (*)
El
fracaso del socialismo realmente existente en la Europa del Este durante el
siglo XX, significó un golpe duro contra los proyectos progresistas de gran
parte de la humanidad y sobre todo de los países del sur. En el terreno
económico se debilitaron las posibilidades de contar con un eje que articulara,
de maneras distintas, los propósitos de la transformación y el avance de la
economía socialista. En el campo ideológico y teórico, se debilitaron los
enriquecedores debates y construcciones teóricas respecto a la transición al
socialismo y los roles que debieran cumplir las clases oprimidas y excluidas de
la opresión capitalista mundializada.
El
impacto de ese fracaso arrastró a todos los países de Europa del Este hacia el
sistema capitalista en plena fase de globalización y de una crisis estructural
que ya se había manifestado a finales de la década de los 70s. En los países
donde estaba presente el capitalismo periférico y subdesarrollado y que
contaban con un potencial auge revolucionario, se dio un proceso de desaliento
y desorientación en las filas de sus clases trabajadoras y de sus intelectuales
“orgánicos” y cientistas sociales académicos progresistas.
Las
reformas laborales que se dieron desde el siglo XIX, se encaminaban a
establecer más derechos para los trabajadores frente a los abusos del capital,
sin embargo y desde finales del siglo XX cuando se habla de reforma laboral los
trabajadores se atemorizaban, porque todas iban encaminadas a recortar aquellos
derechos que tantas décadas y “vidas” costaron para su conquista. El conocimiento,
la reflexión de la historia sindical y las reivindicaciones de la clase obrera
desde la revolución industrial nos permitiría comprender mejor el gran
retroceso histórico de la humanidad y que el terreno que llevan años
recuperando los capitalistas empresarios supone una aberración para la justicia
y el progreso social. Utilizando, como siempre, la incultura como clave para
inmovilizar y aturdir a las masas.
La
obligación teórica en nuestros países debe estar concentrada en el
descubrimiento y la formulación de las leyes objetivas y generales que deben
regular las futuras economías socialistas. Desde esta perspectiva, la labor
radica en la elaboración de la Economía Política del Socialismo y de la
transición hacia esta etapa, misma que ha sido retomada, por lo menos en el
discurso político, por gobiernos de corte progresista en el subcontinente de
América Latina (o del Abya Ayala).
Pero
esta tarea no es sola y estrictamente de los intelectuales progresistas.
También, sobre todo, es una tarea que debe ser asumida por las masas de
trabajadores explotados, marginado y excluidos del capitalismo salvaje y
globalizado. Estos sujetos históricos deben expresar sus experiencias,
inquietudes y propuestas, desde sus diferentes instancias orgánicas. Mostrando
que las masas están vigilantes y pro-positivamente críticas, frente a los
acontecimientos y efectos que puedan tener las políticas que se van ejecutando
desde las esferas de gobierno.
Toda
manifestación en este sentido es válida para ser analizada a la luz de los
actuales acontecimientos mundiales, regionales y nacionales. Desde esta
perspectiva nos permitimos, en este artículo, algunas reflexiones sobre el
documento político que el XXXI congreso de los trabajadores mineros de Bolivia proclaman.
El Documento Político del XXXI
Congreso de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia
El
contenido de este documento consta de 6 partes, que abarcan desde el análisis
sobre la crisis actual del capitalismo hasta una convocatoria al
internacionalismo proletario, veamos dos de los aspectos más relevantes:
Situación internacional y crisis del capitalismo
Los
aspectos que se explican en este punto caracterizan la crisis estructural del
sistema capitalista actual, hasta ahora hegemonizada por los EE.UU y sus
aliados más próximos, como son los países de la eurozona, incluida Inglaterra.
Evidentemente se trata de una crisis terminal del capitalismo bajo la hegemonía
citada pero no del capitalismo que se avizora desde las economías emergentes,
el grupo conocido como BRIC, conformados
por Brasil, Rusia, India, China y Canadá. Ninguno de estas economías ha
declarado su desarrollo como no capitalista. La multipolaridad del capitalismo
desde los BRIC, naturalmente que debe ser motivo de reflexión y análisis para
visualizar las nuevas características que adquiere, por ejemplo la dependencia.
De
la misma forma, cabe realizar una reflexión referente a los proyectos y
propuestas que surgen en los países de la región y otras en la esfera del sur.
Por ejemplo el bloque conformado por los países del ALBA, ¿Cuáles son las
posibles respuestas alternativas que deben darse frente a este cambio de los
ejes del capitalismo mundial? ¿Cuáles son las tareas de ese internacionalismo
obrero? ¿Los vínculos a darse entre los trabajadores y organizaciones sociales
de la región o el bloque ALBA, son tan o más importantes que el
internacionalismo mundializado?
El
documento es este punto hace mención a la “política integracionista y la formación de bloques a gusto del
imperialismo” aspecto por demás comprobable. Pero no es evidente que los
proyectos de integración propuestas en la primera década de este siglo XXI
hayan sido inspirados e impulsados por el imperialismo norteamericano y sus
vasallos nacionales. Frente a esta realidad concreta es importante, no solo un
pronunciamiento, una reflexión profunda y la definición del o los roles que
debe cumplir el sentido internacionalista al que se refiere el documento en su
punto sexto.
Socialismo y Capitalismo de Estado
La
propuesta de luchar por el socialismo como contenido único de la lucha
antiimperialista es un enunciado extremadamente generalizada, abstracta, vacio
de contenidos. Por ejemplo ¿Cuál es el contenido y los elementos constitutivos
y necesarios de la etapa de transición? ¿Cuáles las dimensiones fundamentales
del nuevo patrón del “desarrollo socialista”?
Si
no se amplía el debate hacia los aspectos fundamentales del nuevo modelo
político social y económico, compañeros trabajadores, nos quedamos en las
generalidades y estas se quedan en consignas, hasta cierto punto válidas pero
vacías de contenido práctico.
Algunos contenido de economía
política ausentes el documento de los trabajadores mineros “para forjar una
Bolivia socialista”
Propuestas
de cambios revolucionarios en los modelos económicos, políticos y sociales no
pueden dejar de mencionar los aspectos más importantes del patrón de
acumulación, no solo mencionarlos sino proponer que acciones y roles deben cumplir
las clases y fracciones de clases para asumir sus responsabilidades históricas.
Veamos pues algunas de esos aspectos:
a)
¿Qué del
excedente económico? Las clases trabajadoras deben tener pleno conocimiento de
donde se crea este excedente, como se la realiza y como se la utiliza, una vez
conocido estos tres momentos realizar propuestas viables para fortalecer el
aparato productivo.
b)
El carácter de
la dependencia estructural, tanto en el capitalismo hegemonizado por los EE.UU
y los europeos y el que se está consolidando bajo la batuta de los BRIC, además
de saber sus mecanismos de funcionamiento deben proponerse los pasos que hay
que dar para disminuir sus fuerzas y condiciones dominantes.
c)
La
heterogeneidad, también estructural.- como la convertimos en una heterogeneidad
de articulaciones complementarias entre las distintas formas de producción de
la economía plural.
d)
Una
comprensión de las clases y sus fracciones al interior del Estado
Plurinacional para distribuir roles,
responsabilidades, acciones políticas y económicas hacia la consolidación del
bloque hegemónico, propuesta por las corrientes de la izquierda progresista.
Una
última observación al documento es que se olvidaron de los aspectos propuestos y
aprobados en la Constitución Política del Estado, en la que se reconoce la
plurinacionalidad del Estado. El conocimiento y reconocimiento de los pueblos
originarios está más allá de los contenidos e identificaciones estrictamente
clasistas.
(*)
Economista Investigador de la UMSA
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