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El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás

DEL RIESGOSO MOMENTO POLÍTICO ACTUAL Y LAS PROPUESTAS PARA PROFUNDIZAR EL PROCESO DE TRANSFORMACIONES

 marcha por el Tipnis

marcha en apoyo al proceso de cambio
Cuando llegamos al gobierno el año 2006 prometimos “Mandar Obedeciendo”, instaurando una nueva forma de gobernar junto a los movimientos sociales, bajo un programa antineoliberal, anticolonial y antiimperialista.
Desde el 2006 al 2009, durante esos cuatro años de heroico esfuerzo, el Gobierno de los Movimientos Sociales llevó ese programa a la práctica: 1) Nacionalizamos los hidrocarburos, recuperando el control estatal de toda la cadena hidrocarburífera y refundando Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB); 2) Hicimos renacer a la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL), estatizando el yacimiento de Posokoni en Huanuni, recuperando la metalúrgica Vinto y tomando el control del negocio del hierro en el Mutún y del Litio en Uyuni; 3) Nacionalizamos las empresas generadoras de energía eléctrica y la empresa de telecomunicaciones (ENTEL); 4) Efectuamos la mayor reforma política estatal de nuestra historia a través de la Asamblea Constituyente, aprobando con el voto del pueblo una nueva Constitución Política del Estado Plurinacional; 5) Redistribuimos una parte del ingreso nacional a través de la Renta Dignidad, el Bono Juancito Pinto y el Bono Juana Azurduy; 6) Implementamos un régimen de Autonomías preservando la unidad del país.
Sería largo hacer un listado de todos los cambios implementados, pero es importante tenerlo presente para que el pueblo no se olvide de lo mucho que conseguimos trabajando juntos, gobierno y organizaciones sociales. Sin embargo debemos reconocer que la agenda de octubre de 2003 no se ha cumplido en su totalidad, porque la nacionalización de los hidrocarburos todavía no ha sido completada con la industrialización de los recursos naturales en territorio boliviano, para así dejar de ser un país que sólo exporta materia prima energética.
En las elecciones nacionales del año 2009, la fuerza del liderazgo del compañero Evo Morales, sumado a los resultados de la gestión gubernamental, nos permitieron arrasar con el 64% de los votos. Esa votación nos dio el control total del Órgano Ejecutivo y más de dos tercios de la nueva Asamblea Legislativa Plurinacional. En las elecciones municipales y departamentales de abril de 2010, pese a que no repetimos el mismo caudal electoral que en las elecciones nacionales, nos alcanzó para lograr más de dos tercios del control de los 337 municipios, y para salir victoriosos en 6 de las 9 gobernaciones departamentales.
En ese momento éramos un gobierno fuerte en el Estado, pero nos comenzamos a debilitar en la sociedad. Como si estuviéramos perdiendo la brújula, como si se hubiera agotado el programa de transformaciones con el que derrotamos a los neoliberales, empezó el alejamiento del Gobierno con los sectores populares.
Aparecieron las divisiones internas en nuestro Bloque Social Revolucionario, originadas en una pugna redistributiva del excedente económico nacionalizado, una pugna en la que todos los sectores pedían su tajada y demandaban sus propias reivindicaciones, así se fueron perdiendo los objetivos estratégicos comunes. Al mismo tiempo, en el Gobierno comenzaron a fortalecerse las corrientes nacionalistas en lo político y económico, esas corrientes que con una visión desarrollista pretenden solamente la construcción de un Capitalismo de Estado que conviva con otras formas de capitalismo privado, nacional y transnacional, en un contexto de “economía plural”, que es ahora el concepto que los sectores conservadores utilizan para justificar sus planteamientos.
Los neoliberales infiltrados tomaron el control del gabinete económico del Gobierno y desde allí gestaron el “Gasolinazo” de diciembre de 2010. El “Gasolinazo” fue un error estratégico, ya que la subvención a los carburantes (gasolina, diesel, gas licuado de petróleo) es vista por el pueblo como un derecho adquirido, como un beneficio social que nuestro Gobierno estaba recortando. Por eso hubo tan grandes movilizaciones populares que obligaron a retirar la medida. Desde entonces, durante todo este año 2011, solamente nos quedó recuperar el terreno perdido, tratando de remontar el apoyo urbano a la gestión de Gobierno.
Estas últimas semanas la manera como se ha encarado el conflicto con la CIDOB, originado en la construcción de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos atravesando el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), nos ha ocasionado otro severo desgaste. Nos alejamos de nuestra posición de principios que es el respeto y la protección de la Pachamama (Madre Tierra), nos olvidamos del discurso de la Cumbre de Tiquipaya, donde les pedimos a los hermanos indígenas y originarios que protegieran sus territorios. Una vez que se presentó el problema teníamos que acordar un nuevo trazo de la carretera, o directamente tomar esa decisión como gobierno, garantizando que no pase por el corazón del TIPNIS; así hubiéramos quitado todo motivo de movilización a la dirigencia de la CIDOB.
Pero no hicimos eso y optamos por desgastar la medida de protesta, lo cual sólo nos llevó a cometer otro error estratégico como fue la intervención policial a la marcha, que ha dañado aún más a nuestro Gobierno, justamente en vísperas de las cruciales elecciones judiciales del 16 de octubre, cuando dará inicio la reforma judicial en Bolivia. Esta es una reforma democrática fundamental, que permitirá cambiar la administración de justicia que hoy en día sólo beneficia a los ricos y castiga a los pobres.
Nuestros propios errores pueden llevarnos a una derrota política en las elecciones del próximo 16 de octubre. A esto se suma que la enorme campaña desplegada por la derecha política y mediática, que impulsan la abstención o el voto nulo, no está siendo neutralizada por una movilización de nuestras propias fuerzas, del instrumento político y del Gobierno.
La oposición calcula que logrará rearticularse luego de las elecciones judiciales. Calcula que el año 2012 se deteriorará la situación económica, por el impacto en Bolivia de la crisis mundial del capitalismo que llevará a una caída de los ingresos nacionales por las exportaciones gasíferas y mineras. Están seguros que el próximo año encontrará a nuestro Gobierno en una insalvable situación de desgaste político, y que será cuestión de generar nuevas convulsiones sociales para plantear procesos revocatorios de autoridades locales e incluso el adelantamiento de las elecciones generales. Este es su plan desestabilizador y sin duda cuentan con el respaldo de la Embajada de los Estados Unidos. 
Es hora de retomar la iniciativa política para cerrarles el paso. Debemos plantear nuevas medidas de cambio estructural que afecten al gran capital minero transnacional, al capital financiero que ha tenido utilidades extraordinarias en el sistema bancario, y a los sectores económicamente poderosos y privilegiados.  Proponemos tomar las siguientes medidas junto al pueblo:
·            Iniciar el proceso de nacionalización de la gran minería controlada por empresas transnacionales, a través de la rápida aprobación de una “Ley de Minería” que fije nuevas reglas y que incremente sustancialmente los ingresos para el Estado provenientes de la explotación de nuestros recursos minerales. Debe aclararse que se respetará al sector cooperativo minero.
·            Comenzar a tomar el control del sistema financiero a través de la rápida aprobación de una “Ley de Bancos”, que grave fuertes impuestos a las ganancias extraordinarias de los banqueros y que canalice la enorme liquidez acumulada por las entidades financieras hacia el financiamiento del nuevo Modelo de Desarrollo Social Comunitario para Vivir Bien.
·            Comenzar a tomar el control del Comercio Exterior, implementando de manera inmediata un nuevo “Impuesto a los grandes agroexportadores”, que también están teniendo ganancias extraordinarias. Debe aclararse que se respetará a los medianos y pequeños productores.
·            Implementar de manera inmediata un nuevo “Impuesto al lujo” (Impuesto a la Renta), para que aporte al país la burguesía patrimonialista y consumista, dando así inicio al cambio del sistema impositivo neoliberal.
·            Poner en práctica un modelo de industrialización de los recursos naturales estratégicos, de tal manera que no se concentren los beneficios solo en las regiones donde se encuentran estos recursos, sino que la cadena del valor agregado se desplace a otras regiones del país, considerandos aspectos que tienen que ver con el desempleo (El Alto), con la cercanía a puertos de exportación y con la existencia de otras materias primas complementarias.
Todas estas medidas deben tener carácter inmediato y nos servirán para nuevamente cohesionar al Bloque Social Revolucionario. Poner en práctica estas medidas dejará en claro ante el pueblo que no estamos en el Gobierno para confrontarnos con los hermanos de Caranavi, con los hermanos de Potosí o con los hermanos indígenas de las tierras bajas, sino que somos gobierno para favorecer a las grandes mayorías afectando al Capital Transnacional y a la Burguesía intermediaria.
Solamente afectando los privilegios de estos sectores es que llevaremos a la práctica la construcción del Vivir Bien, que por esencia es una propuesta anticapitalista y que se orienta al Socialismo Comunitario, un nuevo socialismo basado en la solidaridad, la reciprocidad y la complementariedad como lo definió nuestro compañero Evo Morales, cuando promulgó la nueva Ley de Pensiones en la sede la de Central Obrera Boliviana (COB) en diciembre de 2010.

Bolivia, 10 de octubre de 2011

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