Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Negociar con los golpistas es traicionar al pueblo
1. El golpe del 2019 en Bolivia comenzó el 21 de octubre, con el llamamiento a protestas hecho por Carlos Mesa, el accionar terrorista de grupos paramilitares dirigidos por Luis Fernando Camacho, el motín policial y la insubordinación de los mandos militares, hasta el derrocamiento del gobierno constitucional de Evo Morales el 10 de noviembre de 2019. Luego siguió la conspiración entre Camacho, Mesa, Jorge Quiroga, Samuel Doria Medina y la jerarquía de la iglesia católica, con la conformación de un gobierno ilegal que usurpó el poder autoproclamándose presidenta de forma inconstitucional Jeanine Fue una verdadera dictadura que ordenó a los militares y policías disparar a mansalva contra la población ocasionando la Masacre de Sacaba el 15 de noviembre y la Masacre de Senkata el 19 de noviembre, en las que murieron decenas de bolivianas y bolivianos.
2. Es absolutamente falaz el argumento de la jerarquía católica y de Mesa en sentido de que la legalidad del régimen de Añez radica en dos leyes: la 1266 del 24 de noviembre de 2019 y la 1270 del 20 de enero de 2020. Dejando en claro que esas dos leyes fueron aprobadas en un contexto de coerción y persecución, su aprobación es posterior a las masacres de Sacaba y Senkata, por lo que Mesa ha reconocido que ambas masacres deben ser juzgadas por la vía ordinaria.
3. Se debe continuar la investigación y el juzgamiento por la vía ordinaria de todos estos hechos, con base en la denuncia presentada por Lidia Paty, a la que se sumó la de Andrónico Rodríguez, presidente del Senado. Se debe convocar a que declaren en la Fiscalía todos los involucrados en el golpe: nuevamente convocar a Carlos Mesa, esta vez como investigado y no solo como testigo que ha obstruido la justicia, a Luis Fernando Camacho y a su padre en la misma condición, a Jorge Quiroga, a Samuel Doria Medina, incluyendo a los representantes de la jerarquía de la iglesia católica que participaron en las reuniones en las que se conspiró para la conformación del gobierno golpista.
4. No corresponde abrir “juicio de responsabilidades” a Añez, pues ha quedado demostrado que nunca hubo una sucesión constitucional ni una transición democrática. Se trató de un golpe sangriento contra Evo Morales, una interrupción violenta del proceso democrático boliviano y la usurpación “ipso facto” del poder, una sedición contra todo el ordenamiento constitucional boliviano. Hacer un “juicio de responsabilidades” significa la aberración de darle constitucionalidad al golpismo y la sedición. Significa darles privilegios a los golpistas para que afronten un juicio. Significa traicionar al pueblo.
5. Se cae por la base el absurdo argumento de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) que afirma: “si el de Añez fue un gobierno inconstitucional significa que también el gobierno de Luis Arce es inconstitucional”. Luis Arce fue elegido en las urnas por el pueblo boliviano, en elecciones convocadas por ley aprobada en la Asamblea Legislativa Plurinacional. El gobierno democráticamente electo de Arce no tiene nada que ver con la usurpación ilegal e inconstitucional, impuesta por las armas, de Añez.
6. La demanda de Justicia es innegociable y menos con quienes fueron, junto con Añez y Murillo, coautores materiales e intelectuales de la sedición, la conspiración y todos los actos de violencia de octubre-noviembre de 2019. Alertamos que será un acto de traición al pueblo boliviano transar en la Asamblea Legislativa Plurinacional con Carlos Mesa o con Luis Fernando Camacho, con sus bancadas de Comunidad Ciudadana o Creemos. Esa negociación inevitablemente significará que se les otorgue impunidad y protección en la investigación de los hechos, cuando Mesa y Camacho fueron coautores del golpe.
7. Una negociación con los coautores del golpe puede conllevar una segunda traición al proceso de cambio como es entregar a leales compañeras y compañeros (Leonida Zurita, Alicia Muñoz, Hugo Salvatierra, Alfredo Rada) que hace más de una década fueron denunciados de manera absolutamente ilegal e injusta por la fiscalía controlada entonces por el adenista Mario Uribe.
8. Finalmente, frente a los discursos de “conciliación” que se escuchan incluso dentro de nuestro gobierno, hay que recordar que la reconciliación solo será posible con la Justicia, y que no puede haber negociación con quienes golpearon a mujeres indígenas durante el golpe, asesinaron a nuestros hermanos en Sacaba y Senkata, quemaron la wiphala e hicieron gemir al pueblo durante los 11 meses que duró la dictadura.
Bolivia, 21 de junio de 2021
ESCUELA SOCIALISTA COMUNITARIA
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